Radiador eléctrico o acumulador: ¿Qué consume menos?

14 Noviembre 2022 13:00

"¿Y cómo demonios voy a ahorrar energía este invierno?" La pregunta, que ya se las trae para la mayoría de hogares, es todavía más peliaguda en aquellas casas con calefacción eléctrica. Suma inflación más ineficiencia, vamos, el hambre y las ganas de comer.

Es ahí donde empiezan a aparecer todo tipo de triquiñuelas. En este caso queremos hablar del radiador eléctrico y el acumulador; dos dispositivos tradicionalmente enfrentados por la cuestión de la comodidad y, sobre todo, por el consumo.

¿Qué es mejor? ¿Qué gasta menos energía? Ya te imaginarás que no hay una respuesta unánime a este tipo de preguntas. La adecuación de un aparato u otro siempre depende de la tipología del hogar, los hábitos de consumo y otras mil cosas únicas de cada caso.

Por eso, más que lanzarnos a por una opción, queremos enfrentarlas. Si estás pensando en comprar un radiador eléctrico o un acumulador, echa antes un vistazo a la comparativa sintetizada que hacemos para tomar la mejor decisión.

Qué es un radiador eléctrico

Los hay por fluidos, azules o secos. El radiador eléctrico no deja de ser un emisor térmico que funciona por electricidad. Esta calienta unas resistencias que luego transfieren la temperatura a otro medio.

Los más extendidos son los que emplean fluidos caloportadores (aceites sintéticos) que se distribuyen por todo el cuerpo del radiador, para que este después este se encargue de calentar la estancia. ¿Cuál es la clave aquí? La inercia térmica.

Nos referimos a la resistencia que ofrece un cuerpo para ganar o perder energía (térmica). El radiador eléctrico se encenderá más rápido (y enfriará más deprisa) cuanta menos inercia tenga. Así, los de calor azul son los que más inercia ofrecen.

Eso quiere decir que tardan más en funcionar pero se mantienen más tiempo calientes tras apagarse. De ahí que, aunque se vendan como la panacea del ahorro energético, no terminan siempre compensando por el esfuerzo que hay que hacer para ponerlos en marcha.

Luego tendríamos los radiadores eléctricos "secos" que llevan las propias resistencias integradas en el material convector de la carcasa, y ahí mismo transfieren el calor para distribuirlo desde el dispositivo. Esto entrega calor rápido pero efímero (baja inercia).

Qué es un acumulador térmico

Lo llamamos "acumulador térmico" pero no deja de ser un tipo de radiador eléctrico más. Este dispositivo también se nutre de electricidad para funcionar y también cuenta con unas resistencias como núcleo de funcionamiento. La magia viene después.

Y es que el calor que concentran las resistencias luego va a parar a unos ladrillos refractarios con una altísima inercia térmica. Estos serán los que poco a poco liberen la energía para transmitirla al material convector y calentar la estancia.

Como ya imaginarás, su funcionamiento ofrece una gran flexibilidad para el ahorro de energía. Más que nada porque puedes encender el acumulador térmico en una hora valle de electricidad, apagarlo y aprovechar su temperatura en el periodo punta.

No es exagerado porque son dispositivos capaces de almacenar calor durante muchas horas. Cuentan además con unos reguladores automáticos que controlan la apertura de la trampilla por la que sale el aire caliente. Al cerrarse aceleran la acumulación de calor.

Eso por no contar que suelen disponer de sondas para medir las diferencias de temperatura entre su interior y la estancia en la que están colocados. Vamos, que son todos unos adalides de la eficiencia (aceptando que usan electricidad).

Radiador eléctrico o acumulador térmico: diferencias

La principal diferencia entre el radiador eléctrico convencional y el acumulador térmico es la cuestión de la inercia térmica. El primero emplea unos sistemas menos eficientes que solo calientan cuando consumen electricidad, y el segundo sigue trabajando tras apagarse.

Ambos emplean electricidad, por lo que tenemos que descartar niveles de ahorro energético como los que ofrece la calefacción por bomba de calor, por ejemplo. Ahora bien, dentro de este rango, hay que hablar de ciertos matices.

RADIADOR ELÉCTRICO ACUMULADOR TÉRMICO
Sin necesidad de instalación Sin necesidad de instalación,
pero bastante pesado y aparatoso
Con diferente tipología: de fluido,
seco, con calor azul, infrarrojos
Estáticos (control del 25% de la
descarga) o dinámicos (85%)
Electricidad como fuente de
alimentación
Electricidad como fuente de
alimentación
Varios formatos: toallero, vertical,
de pared
En un solo formato de pie
Baja inercia térmica (salvo calor azul) Alta inercia térmica
Radiador eléctrico

Acumulador térmico

Entonces: ¿radiador eléctrico o acumulador térmico?

En términos absolutos el acumulador térmico es bastante más eficiente que el radiador eléctrico convencional. Ahora bien, hay que saber administrar esa eficiencia para conseguir ahorrar energía a final de mes.

Esto lo decimos porque aunque puedan aprovechar los precios bajos de la electricidad en periodos valle con tarifa regulada, requieren de un estudio previo de los hábitos de consumo: debes saber a qué hora necesitas el calor y cuándo vas a estar en casa.

Los radiadores eléctricos de toda la vida son mucho más prosaicos pero también peligrosos. Si te olvidas de la cuestión energética seguramente termines pagando una burrada en tu factura por el tema de que consumen electricidad (más cara que el gas).

Así las cosas, nosotros te recomendamos uno u otro dependido de tu perfil:

  • Acumulador térmico: para primeras residencias y usuarios comprometidos con el ahorro energético, que estén dispuestos a dedicar tiempo a la cuestión.
  • Radiador eléctrico: para segundas residencias o viviendas con pocos m2, y usuarios que no estén tan concienciados con la eficiencia y el tema de las horas de consumo.

Visto esto, no podemos decir que uno consuma menos que el otro. Va a depender siempre del uso que hagamos de ellos. Y es que puedes llegar a ahorrar con el radiador eléctrico si lo enciendes con cuidado y en los mejores momentos del día

Eso sí, no te olvides de acompañar a tu dispositivo con una tarifa eléctrica acorde a tu bolsillo. Entra en nuestra web o llama al 900 622 700 y deja que EnergyGO te acompañe con la calefacción este invierno.

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