Trucos y consejos para ahorrar agua caliente en casa

06 Octubre 2021 13:00

Llega el frío y lo que parecía un gasto superfluo se convierte en una gran preocupación a final de cada mes. El invierno es sinónimo de calefacción, gas y, claro agua caliente. Son placeres que consideramos mínimos para superar el invierno, pero que no resultan nada baratos.

Para que te hagas una idea, el consumo de gas natural en España se reparte, aproximadamente entre la calefacción (57,1%), la cocina (4,7%) y el agua caliente sanitaria (38,2%). Esta última es una partida lo suficientemente grande como para tenerla en cuenta, ¿no?

Si tienes calefacción eléctrica en casa, el tema del ACS se puede llegar a comer más de un 80% de la factura del gas. De acuerdo con IDAE, el 18,9% del consumo total energético de un hogar se destina precisamente al agua caliente.

En cifras comparables con el frente eléctrico, hablamos de 7.921 kWh anuales de media de gas natural para hogares con calefacción, agua caliente y cocina a gas, y de 2.956 kWh para aquellas que no disponen de calefacción.

Mes

consumo medio

Enero

Piso: 16,6%

Casa: 16%

Febrero

Piso: 15,3 %

Casa: 15 %

Marzo

Piso: 13,3 %

Casa: 15,6%

Diciembre

Piso: 17%

Casa: 18%

Poniendo la mirada sobre los litros, el INE nos dice que una persona consume una media de 136 litros de agua caliente al día. Esos son 544 litros en una vivienda con cuatro miembros. Casi nada.

Por eso es importante que, si estamos intentando ahorrar con la energía eléctrica, no perdamos de vista todo esto con la bajada de las temperaturas. ¿Es difícil recortar este gasto? En realidad no.

Es algo que te queremos demostrar en este artículo. Si te interesa sigue leyendo y conoce algunos trucos para ahorrar agua caliente en casa.

Cómo ahorrar agua caliente en la ducha

Es probablemente el mayor agujero por el que se nos va el dinero en invierno. Las duchas de agua caliente son imprescindibles en los meses de frío, pero hay que tener un poco de cabeza para no arruinarnos con ellas.

Tal y como señala Naturgy tomando un casi supuesto de una ducha de 8 minutos con el agua a 25 grados, se gastan unos 80 litros. En precio atendiendo al tipo de instalación que tengas en casa son:

  • Gas natural: 0,22 euros
  • Butano: 0,26 euros
  • Gasoil: ,026 euros
  • Electricidad: 0,43 euros

Si empezamos a multiplicar por días y personas inquilinas en el hogar, ya podemos hacernos una idea de lo que nos pueden costar al mes estas duchas. Así que te conviene seguir unos ciertos hábitos mínimos.

Empezando porque las duchas no sean nunca de más de 5 minutos de tiempo, y siguiendo porque no superes los 30 grados de temperatura. Deberías empezar a notar el calor en pocos segundos, pero si no quieres desperdiciar ese calor, pon un cubo debajo del grifo.

Conseguirás retener esa agua para regar las plantas, fregar o lo que quieras. Además, mientras te enjabonas ya en la ducha puedes cerrar el grifo para evitar desperdiciar nada. Y si ya cuentas con un perlizador en la alcachofa, lograrás el máximo ahorro.

Cómo ahorrar agua caliente con la lavadora y el lavavajillas

Lo primero es lo primero. Es decir, que te asegures de elegir la lavadora y el lavavajillas con las etiquetas de eficiencia energética más elevadas. Recuerda que con una calificación de A estarás consiguiendo consumir más de un 50% de energía respecto a una G.

Tal y como señalan desde IDAE, las lavadoras más eficientes son las que consumen hasta 44 litros por lavado para modelos de 5 Kg de capacidad, y hasta 47 litros para las de 7 Kg. En el caso del lavavajillas deberás apuntar a modelos con 7 litros de media por ciclo de lavado.

Dicho esto, trata de utilizar lo máximo posible los modos ECO de los electrodomésticos. No solo conseguirás reducir el consumo eléctrico, sino también el tiempo de funcionamiento y por tanto el agua empleada en el mismo.

Si no te interesan estos programas por los resultados que ofrecen, procura no configurar nunca temperaturas muy elevadas. Eso provocará que el gasto energético se dispare porque estarás imponiendo un mayor esfuerzo para elevar los grados del agua.

Y no, lavando a mano no conseguirás ahorrar nada. De hecho lo único que lograrás será perder tiempo y dinero. Haz uso de la tecnología que tienes a tu alcance, pero siempre de forma responsable.

Cómo ahorrar agua caliente con los grifos de casa

Es un acto que haces a diario decenas de veces y en el que ni siquiera piensas. Pues en invierno ese autorreflejo además se cruza con el frío para dar como resultado una bomba de relojería. Como ya has supuesto, estamos hablando de los grifos.

En este sentido es tan sencillo como evitar usar el agua caliente para aquello que no sea prescindible. Sí para fregar algo a mano, y no para calentarte porque tienes frío. O simplemente porque quieres lavarte la cara por la mañana.

Además, es importante que cierres el grifo cuando te estás enjabonando o cuando estás haciendo cualquier otra cosa que no demande explícitamente agua caliente. Abrir y cerrar muchas veces no aumenta el gasto, mantenerlo abierto sí.

A nivel ya más específico puedes apostar por grifos termostáticos capaces de regular la temperatura directamente sin tener que andar dando “toquecitos” para conseguir el calor adecuado.

Igual de interesantes son los grifos monomando, que aunque ya están en casi todos los hogares modernos, aún siguen ausentes en casas más antiguas. El agua caliente y fría por separado solo te traerá quebraderos de cabeza en la factura.

Cómo ahorrar agua caliente con el calentador

No solo es importante el tipo de calentador, sino también su tamaño. Este aparato es el que tendrás que mirar más de reojo para evitar pasarte con el consumo de agua caliente. Por suerte se puede optimizar.

Nos referimos a que, primero elijas un modelo energéticamente eficiente, y segundo que te fijes bien en la capacidad del mismo. Para una persona basta con un calentador de 30 litros, mientras que para 3 o 4 ya deberíamos mirar uno de 100 litros.

Con esta clase de dispositivo eléctrico tendrás un control mucho más preciso de lo que gastas, porque llegará un momento en el que se acabará el depósito de agua caliente. Si quieres puedes apostar por uno de gas (recomendable), siempre y cuando estés algo más pendiente.

Existen bombas de calor y calentadores estancos bajo NOx con los que puedes conseguir un gran ahorro a final de mes casi sin darte cuenta.

La clave para superar el invierno sin una factura disparada por el agua caliente es que combines todos estos consejos y los hagas tuyos. En EnergyGO, por lo pronto, estaremos velando que siempre pagues lo que consumas, y que lo hagas con una energía 100% limpia y nacional.

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