Eficiencia energética
Calefacción por aerotermia: definición, precios y opiniones
Es uno de los sistemas de calefacción más sostenibles e interesantes de todo el mercado y su coste de instalación no ha dejado de reducirse.
La biomasa es una de las energías alternativas que mayor crecimiento está experimentando en los últimos tiempos. Entre las principales causas de sus popularidad tenemos el progresivo encarecimiento de los combustibles fósiles tradicionales. Así como una población cada vez más concienciada sobre la necesidad de prevenir el cambio climático y las emisiones que causan el efecto invernadero en el planeta.
Por ello, en la entrada de hoy vamos a hablar de la biomasa. Veremos las ventajas y desventajas que presenta, las principales fuentes de energía renovable que existen en la actualidad y explicaremos qué es una caldera de biomasa.
Las energías renovables se caracterizan por ser limpias y sostenibles. Es decir, no generan dióxido de carbono ni otras emisiones contaminantes a la atmósfera como es el caso del petróleo o el gas. Y además, son inagotables. Las más comunes en la actualidad son la energía solar, eólica e hidráulica.
Los paneles fotovoltaicos son capaces de transformar los rayos del sol en electricidad para iluminar y calentar nuestras casas. Se trata de alternativa muy interesante para el autoconsumo, que además de ahorrar una importante cantidad de dinero en las facturas de suministros nos permite cuidar el planeta. Especialmente en el sur de nuestro país, que posee numerosos días soleados al año.
Por su parte, la energía eólica aprovecha la fuerza del viento para hacer girar unas enormes aspas y con ayuda de un generador convertirla en energía eléctrica. Los aerogeneradores se pueden instalar en tierra, pero en los últimos tiempos se está apostando por hacerlo en alta mar. De esta forma, aprovechan las corrientes de agua y no suponen un impacto para el paisaje.
Finalmente, tenemos las centrales hidráulicas, que se instalan en los cursos fluviales a distinta altura para generar energía por la fuerza de la caída. Son una de las principales fuentes de energía renovable en la actualidad, ya que cuentan con una enorme potencia capaz de abastecer a ciudades enteras.
La biomasa es el combustible más antiguo utilizado por el hombre, que con la llegada de la revolución industrial y los combustibles fósiles quedó en un segundo plano. Se basa en extraer energía a partir de la quema de desechos, que pueden ser de origen vegetal u orgánico.
La principal característica es que se utilizan restos de podas, explotaciones e incluso basura, por lo que no es necesario cortar nuevos árboles. Al contrario, estaremos contribuyendo a la limpieza de nuestros bosques y espacios naturales, evitando de esta forma el riesgo de incendios.
Como hemos comentado, una de las principales ventajas de la biomasa es que utiliza materiales que irían directos a la basura. Además, el dióxido de carbono emitido durante el proceso es casi imperceptible, por lo que es una opción mucho más respetuosa con el medio ambiente.
Se trata de una fuente de energía inagotable, que de paso previene la degradación de los suelos y nos permite combatir la erosión. Se pueden usar materiales de distintos tipos, con una excelente potencia calorífica y un coste entre 3 y 4 veces menor que la madera. Y las nuevas calderas de biomasa están fabricadas con las más avanzadas tecnologías para mejorar su rendimiento y eficacia.
En cuanto a las desventajas de la biomasa, en ocasiones estos desechos vegetales y orgánicos tienen un grado nivel de humedad. Debido a ello, es necesario secarlos previamente, lo que supone un gasto energético adicional. El proceso de eliminación de cenizas es más complicado, y será indispensable realizar mayores tareas de mantenimiento.
Y finalmente, esta tecnología todavía se está desarrollando, por lo que no existen la misma variedad ni la facilidad para encontrar distribuidores que en los combustibles fósiles. Un problema que se irá solucionando progresivamente con el paso del tiempo, ya que las autoridades europeas están decididas a apoyar las nuevas energías limpias y renovables.
Vamos a acabar nuestra entrada de hoy viendo el funcionamiento de una caldera de biomasa. Se han convertido en una alternativa real a las calderas de combustibles fósiles, ya que además de calentar nuestro hogar algunos modelos son capaces de suministrar agua caliente sanitaria (ACS). Estos dispositivos queman la biomasa, generalmente en forma de pellets, aunque también son habituales los huesos de aceitunas o las cáscaras de frutos secos.
En cualquier caso, se genera una llama que provoca un intenso calor. A continuación, la energía se canaliza por los circuitos de agua y pueden llegar a otras habitaciones de nuestra casa. Para incrementar la eficacia de la calderas de biomasa es muy recomendable instalar un acumulador, ya que de esta forma conservaremos mejor el calor.
Como hemos visto, este proceso genera un montón de cenizas, que tendremos que ir limpiando cada cierto tiempo para evitar problemas de salud. En general, las calderas de biomasa funcionan de forma similar a las convencionales, la principal diferencia es la materia prima que utilizan para generar la combustión.