La energía es actualmente un tema de gran relevancia en nuestra sociedad, no sólo por su gasto y generación, sino por su distribución y la eficiencia o deficiencia de ésta. Por eso, debemos buscar alternativas eficaces a futuro y apostar por fuentes de energía renovables, como la interconexión energética entre países.
La compra y venta de energía entre países sucede constantemente, pero dentro de un marco de colaboración entre países miembro un mismo grupo, como la Unión Europea, aún queda trabajo por hacer. Para promover vías de comunicación energética es importante conocer los proyectos existentes y futuros.
Este tipo de conexión energética tiene muchos beneficios tanto para los países, como para los usuarios finales que reciben la energía. Además, se trata de un concepto que lleva materializado en diversos proyectos y medidas desde hace décadas, por lo que es importante conocerlos en detalle.
La interconexión internacional energética es un tema que concierne tanto a España, como a otros países y a la Unión Europea, que ha respaldado varios de estos proyectos para mejorar la calidad de las conexiones energéticas dentro del continente. Te lo explicamos en profundidad para que conozcas todos los detalles.
Las interconexiones energéticas internacionales, compuestas por líneas y subestaciones eléctricas, facilitan el intercambio de energía entre países vecinos.
Igual que con las carreteras o líneas de tren, comunican países para habilitar un movimiento específico, en este caso de energía o electricidad.
Este tipo de conexiones llevan décadas en construcción y progreso. De hecho, el proceso se inició a mediados de los 50 del siglo pasado, pero aún queda mucho trabajo por hacer.
Con la implementación de vías de interconexión energéticas internacionales se puede lograr una mayor integración de energías renovables para avanzar en la descarbonización.
Esto se debe a que la energía que se genere en un país con una fuerte generación de energías renovables puede llegar a otros países con déficit de este tipo de energía. Dentro de la Unión Europea se ha fijado en un 30% el uso de las renovables en 2030.
Para lograr este objetivo se necesitan fortalecer y ampliar las interconexiones europeas. Países como España y Portugal son imprescindibles como “islas energéticas” que ejerzan de suministradores de este tipo de energía.
El aumento de interconexiones ayudaría a la creación de un mercado único (al menos europeo) de la energía, pero no será suficiente.
Para conseguir un mismo precio en la electricidad a nivel europeo se podría conseguir incluso sin interconexiones. Si se obligase a todos los países a tener el mismo porcentaje de renovables, los mismos pagos por capacidad a sus centrales y los mismos impuestos a la energía, se podría conseguir.
Pero la cuestión no es solo el precio de la electricidad, si no el uso de recursos, la reducción de costes y la eficiencia de las instalaciones.
Con objeto de favorecer el Mercado Único de la electricidad, la UE recomendó un ratio de interconexión del 10% para el 2020, aumentando este ratio al 15% para el 2030.
En la Península Ibérica hay un grado de interconexión muy inferior al resto de países miembros. En España está por debajo del 6%, muy por debajo del recomendado.
En España existen nuevos proyectos de interconexión energética que haría aumentar su ratio de interconexión. Una conexión submarina se ubica en el Golfo de Vizcaya, también está la interconexión del norte de Portugal entre Galicia y el Minho portugués.
También están los transpirenaicos desde Navarra y Aragón con destino Landes y Pirineos Atlánticos respectivamente. Las conexiones de Vizcaya y de los Pirineos occidentales tienen el compromiso del Gobierno español y francés, así como el respaldo de la Comisión Europea.
Este tipo de conexiones contribuyen a la seguridad y continuidad en el suministro eléctrico, sobre todo en situaciones de emergencia. Además, mejora la eficiencia y competitividad de los mercados eléctricos, así como su situación ambiental que incluye la calidad del aire, del agua, la energía y de la vida en general.
Si la electricidad fluye desde donde es más barata hacia donde es más caro producirla (o más contaminante) se reducirá el precio de ésta. Además, contribuye al aumento del suministro eléctrico sostenible al integrar más energías renovables.
Toda la energía solar no contaminante que se genera en España, pero no se consume, puede ser aprovechada por otros países a un precio asequible. Esto mejoraría las relaciones internacionales y las haría más seguras y estables.
Además, aumentan la eficiencia de los sistemas interconectados y fomentan la competencia entre sistemas vecinos para crear propuestas más competitivas y asequibles.
Este tipo de conexiones reducen la dependencia de proveedores únicos, ya que los intercambios internacionales favorecen que los consumidores tengan varias opciones en su suministro eléctrico.
Además, aumentan la eficiencia de los sistemas interconectados. Esto se debe a que, con la capacidad que queda vacante en las líneas, se establecen intercambios diarios comerciales de electricidad para aprovechar los diferentes precios de la energía entre los sistemas eléctricos.
Ahora ya conoces qué son las interconexiones internacionales de energía, los proyectos que existen al respecto y los múltiples beneficios que este tipo de conexiones aportan. Queda por ver el desarrollo de estos canales dentro de la Unión Europea.
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