Es posible que hayamos escuchado hablar de control ambiental en alguna ocasión, pero… ¿sabríamos decir qué significa exactamente? Al igual que otros muchos conceptos relacionados con el medio ambiente, es posible que incluso hayamos llegado a utilizarlo en alguna ocasión sin tener del todo claro a qué hace alusión. Por eso, y porque ya sabéis que el saber no ocupa lugar, hoy toca abordar el significado de control ambiental, ¡para que podáis utilizarlo todas las veces que queráis sabiendo exactamente a qué os estáis refiriendo!
El control ambiental es una herramienta cuyo objetivo primordial consiste en facilitar el desarrollo sostenible. Las generaciones anteriores a la nuestra, y un poco también nosotros, han ido acabando con los recursos de nuestro planeta a un ritmo que asusta. La sobreexplotación industrial ha puesto en serio peligro el hecho de que las generaciones venideras puedan disfrutar de una calidad de vida similar a la nuestra, hecho que ha convertido al control ambiental en algo mucho más importante de lo que ha lo era hasta hace unos años. Para que dicho control sea efectivo, el compromiso de la industria es vital, así como el de las autoridades ambientales que deben someterla a control.
Las medidas de control ambiental deben ser correctoras, sí, pero las más efectivas con las preventivas. Adelantarse a los posibles problemas ambientales es lo que nos hace poder evitar grandes catástrofes, por lo que dichas medidas deben estar integradas en el plan de desarrollo de todo proyecto industrial. Eso sí, en muchas ocasiones la prevención no basta, por lo que el control ambiental también debe contemplar opciones de restauración, mitigación y compensación de posibles efectos negativos sobre el ecosistema. Por ejemplo, ya hay compañías de aviones que intentan mitigar su huella de carbono destinando un porcentaje de sus pasajes a plantar árboles, mientras que otro tipo de industria, como la nuclear, debe centrar sus esfuerzos tanto en la prevención como en la reparación.