Un cortocircuito es un fallo en una línea eléctrica que puede provocar consecuencias graves en la seguridad de la propia instalación. Este problema se origina tras la unión de dos terminales del circuito eléctrico y una falta de aislante correcto. Esto provoca una descarga que sobrecarga la línea y, por consiguiente, se da lugar a un colapso.
Un cortocircuito se detecta en un domicilio o negocio cuando salta el interruptor general automático, en el que se dispara el magnetotérmico. Este dispositivo da la alarma de que algo no funciona bien en la instalación eléctrica de la vivienda o zona de trabajo. Pero, ¿Cómo actuar si nos encontramos con esta situación?
Lo primero que se debe llevar a cabo es reiniciar el automático. Si este vuelve a dispararse será una señal de que hay algo en mala condición dentro de la instalación. De este modo, lo que habrá que hacer será una revisión de todo el cableado y enchufes, comprobando que no hay ninguno pelado o en mal estado.
Una vez detectado y desenchufado, se puede volver a activar el sistema eléctrico de la vivienda o negocio de manera segura. Si el problema continúa, debemos llamar a un especialista para que revise toda la instalación de manera detenida.
Los cortocircuitos pueden tener diferentes causas: