El ecoturismo ha abierto nuevas puertas al que es uno de los sectores más poderosos del mundo, demostrando que, mediante los viajes, se puede educar y aprender, obteniendo nuevas formas de cambiar el planeta. Estas siguientes 5 experiencias de turismo ecológico se convierten en el mejor ejemplo de ese sueño en plena naturaleza que muchos deberíamos animarnos a cumplir.
Cualquier viajero que vuele a Asia sueña con ver elefantes, una experiencia que muchas veces se gestiona de formas no demasiado éticas: elefantes pintores, explotados a ser montados por turistas…. Por suerte, no lejos de Chiang Mai se encuentra Elephant Nature Park, un santuario de 71 elefantes que llegaron enfermos o maltratados y donde se puede interactuar con ellos de muchas maneras sin necesidad de montar hasta la extenuación.
Islandia se ha convertido en uno de los predilectos para aquellos admiradores del turismo activo y las aventuras que miran hacia el norte buscando el paraíso soñado. Conformado de cascadas gigantes, volcanes no tan dormidos y valles que parecen de otro planeta, Islandia ofrece experiencias tan bellas como contemplar el aurora boreal en un entorno apropiado. Pura magia y naturaleza.
La selva del Amazonas, el gran pulmón del planeta, es uno de los lugares más castigados del mundo. Por ese motivo, numerosas propuestas ecológicas han comenzado a tener presencia en la mayor selva del mundo, como demuestra el ejemplo de Anavilhanas Jungle Lodge, ubicado a 180 kilómetros de Manaos, en Brasil. Un entorno en el que disfrutar de la naturaleza desde una casa anclada en los altos árboles de un selva que merece ser conservada eternamente.
El archipiélago de las Galápagos, compuesto por 13 islas y ubicado a 972 kilómetros de la costa de Ecuador es, posiblemente, uno de los lugares naturales más asombrosos del mundo. Leones marinos, tortugas y aves de todo tipo son solo algunos ejemplos que moran en entornos atemporales, casi prehistóricos, en los que el respeto forma parte de la propia experiencia.