Las abejas nos pueden parecer animales desagradables e incluso insignificantes o innecesarios pero lo cierto es que son las responsables de la polinización del 70% de las especies de plantas de todo el mundo y contribuyen al 35% del volumen de producción agrícola de las cosechas del planeta. Todo esto significa que la supervivencia del ser humano depende de las abejas más de lo que pensamos. Y tenemos motivos para estar preocupados porque, desde hace unos años, estos insectos se encuentran en serio peligro de extinción. Descubre en este post todos los detalles. ¿Cuáles son las abejas en peligro de extinción?
Seguramente ya sabes que las abejas son el animal más importante del planeta por la función que cumplen para la supervivencia de los seres humanos. Pero, ¿sabías que las abejas están en peligro de extinción?
Fue en 2016 cuando el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de Estados Unidos incluyó por primera vez a este animal como una especie en peligro de extinción.
En 1988 había 5 millones de colmenas en el país norteamericano. En 2015 habían muerto casi la mitad (el 42,1% de las colonias) y un año después la previsión era tan negativa que hasta siete especies diferentes de abejas recibieron una protección especial al ser incluidas en la Ley de Especies en Peligro.
Los datos son aún más preocupantes en países como México, donde hasta dos mil especies diferentes de abejas se encontraban en peligro de extinción en 2019.
El 37% de las poblaciones de abejas en Europa están en declive. Y peor es lo que ocurre con las abejas salvajes. Casi una de cada diez especies de abejas salvajes podría extinguirse en Europa, según un informe de 2015 de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza.
Decía Albert Einstein que si la abeja desapareciera del planeta, al ser humano sólo le quedarían cuatro años de vida. Por eso, la amenaza de que puedan extinguirse es motivo de preocupación en todo el planeta.
Existen 20.000 especies de abejas diferentes y muchas de ellas ya se consideran en peligro de extinción por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos. Veamos algunos ejemplos de especies de abejas protegidas:
En Europa, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Comisión Europea elaboran lo que se conoce como la Lista Roja de las especies en peligro de extinción. En ella se determina que el 9% de las especies de abejas europeas se encuentran en peligro de desaparecer. Si hay unas dos mil especies silvestres distintas, eso significa que alrededor de 180 están en riesgo de extinción.
Los expertos tratan de explicar las razones por las que las abejas están en peligro de extinción y apuntan las siguientes causas:
En definitiva, el cambio climático, la agricultura intensiva y los plaguicidas son los principales responsables de que las abejas se encuentren en peligro de extinción. Es decir, la mano del hombre vuelve a estar detrás de esto, cuando es precisamente la supervivencia del ser humano la que está en juego si desaparecen los seres encargados de polinizar flores y frutos.
Un estudio sueco agrega a las causas de que las abejas estén en peligro de extinción a la expansión de la telefonía móvil. Esta investigación asegura que la instalación de antenas genera tantas ondas magnéticas que desorienta a las abejas hasta provocar su muerte.
Si no queremos que se produzca la extinción definitiva de las abejas y, con ella, la del ser humano, nosotros mismos tenemos que poner de nuestra parte y tomar medidas para solucionar este grave problema. ¿Cómo podemos hacerlo?
Organizaciones como Greenpeace luchan por la prohibición de los productos tóxicos y el impulso de la agricultura ecológica como solución a este grave problema.
La compañía estadounidense de supermercados Walmart, por su parte, ha ido un paso más allá y ha patentado un dron-abeja con varias cámaras incorporadas que es capaz de polinizar flores de forma autónoma. Pero, para esto, se necesita una ingente inversión y el trabajo de muchísimos ingenieros, así como una logística incalculable. Eso genera serias dudas sobre la viabilidad del proyecto, aunque la idea está ahí, llegado el caso.
De cualquier forma, todos nosotros podemos aportar nuestro granito de arena con prácticas muy sencillas y con actitudes que, al fin y al cabo, no van encaminadas a salvar solamente a las abejas sino a salvar nuestra propia especie.