El consumo de agua se dispara en verano, ya que al subir las temperaturas nos duchamos más de una vez al día. Además, las plantas del jardín necesitan regarse con más frecuencia. Y eso sin hablar de las piscinas, que si no llevamos a cabo un mantenimiento correcto pueden suponer un gasto considerable. ¿Quieres saber como reducir tu factura a fin de mes? Pues entonces no deberías perderte nuestra entrada de hoy, ya que vamos a mostrar los mejores consejos para ahorrar agua en la piscina.
La crisis sanitaria por Covid-19 ha provocado un enorme boom de las piscinas prefabricadas en España. En este sentido, algunas empresas especializadas como Bauhaus o Leroy Merlin estiman que la demanda de 2020 superará en un 300% o 400% a la del año pasado. Hay numerosos problemas de stock e incluso se están realizando instalaciones en terrazas y balcones que apenas superan los 5 metros cuadrados. Cuando lo normal es hacerlo en superficies de 30 o 40 metros.
La explicación es bien sencilla, pese a que las playas están abiertas con restricciones, muchos ciudadanos no quieren correr el riesgo a contagiarse y prefieren darse un chapuzón en sus propios hogares. Sin embargo, esto puede tener un efecto negativo en la factura de suministros si no tomamos medidas para el ahorro de agua en verano.
El mantenimiento de piscinas es fundamental durante todo el año, pero especialmente cuando llega el bueno tiempo y le damos mayor uso. El objetivo es eliminar todas las impurezas del agua para evitar problemas en el futuro, como por ejemplo la aparición de hongos y otras bacterias que son muy perjudiciales para la salud.
Para empezar, tenemos que llevar un control semanal de los niveles de pH del agua, que no debe ser inferior a los 7 puntos ni superior a los 7.4. Y también del cloro, que es un elemento vital para prevenir la proliferación de los mencionados hongos y tiene que estar en torno a los 1,5 miligramos por litro. Para conocer estos valores, lo mejor que puedes hacer es utilizar un medidor digital.
Otro problema frecuente son las algas, sobre todo en invierno. Para solucionarlo, es buena idea limpiar la superficie del fondo a mano o con ayuda de un robot para acabar con todas la suciedad. Y finalmente, debemos tener mucho cuidado con el espacio que rodea a la piscina, que puede estar lleno de hojas y otras sustancias que acabarán llegando al agua.
A continuación, vamos a enumerar los principales tipos de piscinas que hay en la actualidad.
Son el modelo tradicional en España, con una fuerte base de hormigón revestido de gresite u otros elementos como el microcemento. Su gran ventaja es que son resistentes, se puede crear cualquier diseño que tengas en mente y conseguirás tamaños superiores a los 20 o 30 metros, ideal para piscinas grandes. Los precios varían en gran medida, pero una piscina de unos 20 metros cuadrados puede estar en torno a los 15.000 euros.
Otra opción son las piscinas prefabricadas, que se pueden encontrar en el mercado desde los 2.000 a los 20.000 euros, dependiendo del tamaño y los materiales empleados. Uno de los más habituales es la fibra de poliéster, que se caracteriza por ser cómoda de limpiar y duradera. Aunque también son muy demandadas las piscinas de acero y liner, que además de robustas son ligeras y están listas en una semana. Por lo que son perfectas para áticos y terrazas que no pueden soportar mucho peso.
Las piscinas desmontables son por norma general mucho más pequeñas, económicas y cuentan con la ventaja de poder instalarla y desinstala cada vez que lo necesitemos. Un modelo estándar de acero inoxidable o chapa recubierto de liner cuesta alrededor de los 250 euros. ¿Quieres algo más barato? Una piscina hinchable se puede conseguir por menos de 50 euros. ¿Y más caro? También las hay de materiales más nobles como la madera, que pueden superar sin problemas los 1.000 euros.
Aunque no lo creas, cuando llega el verano el agua de tu piscina puede evaporarse a un ritmo alarmante. Es algo normal cuando la estás usando, pero mientras no te recomendamos que instales unas cubiertas de piscinas, ya que de esta forma evitarás tener que estar constantemente rellenándola. Además, la resguardarás de la suciedad y mantendrá una temperatura mucho más agradable.
Un error muy habitual es desentendernos por completo de las tareas de mantenimiento cuando se marcha el verano. Si quieres disfrutar de un auténtico ahorro de agua en piscinas no te quedará más remedio que estar pendiente de ella todo el año. Y ni se te ocurra vaciarla cuando llegue el invierno, ya que con los cuidados necesarios el agua te puede durar varios años.
Por último, mencionaremos las fugas de agua, que siempre debemos tomarnos muy en serio. El filtro de la piscina es capaz de medir la cantidad de agua y por tanto detectarlas, motivo por el cuál debes revisar su estado todas las semanas. Nuestro consejo es que en cuanto las percibas llames a un técnico cualificado, ya que si lo dejas para más tarde la reparación será más cara y complicada.
El ahorro del dinero no solo depende de la piscina, ya que el consumo de una vivienda va mucho más allá. Para que te hagas una idea, se recomienda que no gastemos más de 150 litros de agua por persona al día, así que si lo sobrepasas tendrás que limitarlo. Por ejemplo, podrías colocar pulsadores en los baños o introducir un par de botellas de agua en la cisterna para disminuir el gasto.
Si tienes jardín riega por las noches para evitar pérdidas por evaporación y utiliza especies xerófilas que aguantan mucho mejor sin agua. Revisa los grifos para que no haya ninguna fuga. Aprovecha el agua fría de la lucha. Y usa el lavavajillas solo cuando esté lleno, algo que además agradecerá tu factura de la luz.
Y hasta aquí nuestra entrada de hoy, en la que hemos hablados de los mejores métodos para ahorrar agua en la piscina ahora que llega el verano. ¡Estás muy callad@! ¿Eres de l@s que ha comprado una piscina desmontable para instalarla en el balcón? ¿Ha sido una buena inversión? ¿Estás pensando seriamente en hacerlo? Como siempre, nos encantaría conocer tus experiencias en los comentarios. ¡Hasta otra!