Que a día de hoy haya quien aún no tenga muy claro si los paneles solares funcionan en invierno es de juzgado de guardia, sobre todo teniendo en cuenta que ya os hablamos de ello en este otro post.
Pero todavía nos parece más grave tenerlas instaladas en casa y no saber cómo limpiar una placa solar. Se trata de una inversión importante, una que a la que querremos sacarle el máximo partido posible, ¿verdad?
Pues tomad nota, que como todo en esta vida... no solo no es tan difícil como aparenta. ¡De hecho, es incluso sencillo si se sabe cómo hacerlo!
El desconocimiento nos hace pensar que una vez instalados nuestros paneles solares podemos olvidarnos de ellos, ¡y de eso nada!
Llevar al día el mantenimiento de este tipo de dispositivos es vital si queremos que funcionen dentro de unos límites de placas solares rendimiento aceptables. ¿Qué quieres decir esto?
Pues que, aunque el fabricante nos dé unas cantidades, siempre hay algún tipo de pérdida. Y que gran parte de dicha pérdida depende directamente de lo cuidado que tengamos el sistema de nuestro hogar.
Por eso conviene saber cómo mantenerlo en perfecto estado de revista, y eso será precisamente lo que aprendamos hoy: a mantener como nueva nuestra placa solar vivienda.
Podemos decir que el mantenimiento de nuestros paneles solares depende de dos pilares:
En el primer caso, aunque debería bastar con una excursión anual al lugar en el que tengamos instaladas nuestras placas, lo cierto es que haríamos bien comprobándolo alguna más.
Concretamente, después de varios días de lluvia y viento intensos. Más vale prevenir que curar. Es mucho mejor fijar la placa de nuevo al techo que ver cómo cae y estalla en mil pedazos.
En cuanto al tema de la limpieza, no todo el mundo sabe cómo limpiar las placas solares, así que os hemos preparado un paso a paso para que no tengáis dudas. Desde cómo limpiar placa solar, hasta qué productos para limpiar placas solares usar, pasando por si hay o no una máquina para limpiar placas solares.
Son muchas las empresas de placas solares que incluyen este servicio dentro de su mantenimiento anual.
Además, en el mercado podemos encontrar varios productos que se venden específicamente para esta tarea, así como alguna que otra máquina que promete resultados prácticamente milagrosos.
Pues bien, no importa qué tipos de placas solares tengamos en casa: Ya sea un panel solar híbrido, un panel solar térmico o placas solares flexibles, en nuestros hogares tenemos todo lo necesario para limpiarlas, ¡no hacen falta productos para limpiar placas solares más raros de la cuenta!
Por lo general, salvo por grandes acumulaciones de polvo o excrementos de aves, el agua de lluvia bastaría para limpiar placa solar. El agua, además de un líquido vital para la vida, es el mejor disolvente del mundo, así que... ¡que no falte!
Olvidaos de jabones especiales para limpiar placa solar. De hecho, es probable que algunos de ellos dañe más de lo que limpia. Para dejar nuestros paneles solares como los chorros, además del agua, solo necesitamos un poco de lavavajillas.
El líquido, no el electrodoméstico, ¡no seáis brutos! Bien sea diluido en el cubo con el agua, bien aplicado directamente sobre las células fotovoltaicas, o bien sobre el último elemento que podríamos necesitar.
Al final, limpiar placa solar viene a ser prácticamente lo mismo que lavar nuestro coche en casa. No queremos rayarla ni por asomo porque vale una pasta, ¡así que hay que andarse con todo el cuidado del mundo!
Por eso, con la clásica esponja suave que utilizamos para nuestro vehículo podría bastarnos. Bien empapada, y frotando sin meter las uñas, al terminar parecerá que acabemos de instalar nuestras baterías y placas solares.
Y hablando de baterías: prohibido tocar todo aquello que no sea las células, ¡eso ya para un experto!
Hace un momento hablábamos de las pérdidas de eficiencia de las placas solares. En torno a 1% de las mismas se deben a la propia degradación de la placa, pero otro 7%, hasta llegar a un 8, puede deberse a la suciedad que obstruye las células fotovoltaicas.
Lo normal es que no haga falta limpiarlas muy a menudo, al fin y al cabo están expuestas al agua de lluvia. Eso sí, si queremos asegurarnos que funcionen a todo ritmo, conviene limpiarlas 3 o 4 veces al año.
Hacerlo es mucho más sencillo de lo que aparenta y requiere de muchos menos quebraderos de cabeza de los que pensamos, ¿aprendemos juntos a limpiar placa solar?
Agua, jabón y una esponja, ¡rápido, fácil y para toda la familia!
Lo normal es tenerlas en el techo, pero también las hay en el suelo del jardín, o en una zona concreta dentro de una parcela. Para limpiar placa solar es necesario poder acceder a ella físicamente, ¡si no, no estamos haciendo nada!
Es de gran utilidad mojar previamente las placas solares para que la suciedad caiga y se pueda retirar con mayor facilidad.
Es importante no generar mucha espuma, por lo que en este caso, y sin que sirva de precedente, utilizaremos el jabón justo y necesario. A partir de ahí, y sin apoyar nuestro peso en ningún momento sobre las placas, el proceso es muy similar al de limpiar una ventana.
Este paso es muy importante ya que es donde mayor suciedad podemos retirar. Tenemos que tener en cuenta que a la hora de frotar debemos intentar siempre recoger la máxima cantidad de agua posible.
Si no llegamos a alguna zona, podemos ayudarnos de un palo que haga las veces de pértiga. Eso sí, mucho cuidado de no darle directamente con el palo a las células fotovoltaicas, que es un susto.
Una vez que hayamos frotado es importante, con la ayuda de un cubo de agua, limpiar la esponja para poder seguir limpiando más a fondo.
En el proceso se repetirán los pasos anteriores hasta que los paneles queden completamente limpios y sin ningún rastro de suciedad.
Sin ninguna duda, el mejor consejo que podemos daros a la hora de cómo hacer que vuestras placas solares duren más es que os preocupéis por ellas.
Que si ha llovido barro, ha habido una tormenta de polvo, o simplemente han pasado ya unos cuantos meses, os preocupéis de limpiar vuestra placa solar con agua y jabón. Así de fácil y así de directo.
Las cosas no se estropean hasta que se estropean, y con la inversión que suponen los paneles solares, más nos vale preocuparnos por ellos de vez en cuando, ¿no creéis? ¡Pues a aplicarse el cuento!
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