Pensamos que toda la basura que arrojamos al mar simplemente desaparece y no tiene consecuencias. Pero estamos muy equivocados. La contaminación del agua es uno de los principales problemas para los gobiernos del mundo en la actualidad.
Por ello, en la entrada de hoy vamos a hablar de este tema. Conoceremos las principales causas de la contaminación de nuestros mares, los océanos menos limpios del planeta y acabaremos con unos consejos para cuidar el medio ambiente.
Muchos de los residuos que producimos todos los días acaban en los mares y océanos del mundo. En los últimos siglos, la contaminación de los entornos marinos ha aumentado considerablemente. Especialmente con el desarrollo de la industrialización. A continuación, vamos a ver las principales causas de contaminación del agua de nuestros mares.
Las aguas residuales son provocadas por los residuos de nuestros hogares. Pero especialmente por los desechos que se generan en el sector industrial. Van a parar a las alcantarillas y de ahí a los ríos y mares. Contienen un alto índice de componentes tóxicos, como fertilizantes y productos químicos, que son altamente contaminantes.
Como acabamos de ver, la industria es el principal culpable del deplorable estado de los océanos. Cada año, se vierten miles de toneladas de hidrocarburos y otros elementos químicos que destruyen la flora y fauna marina.
Además, generan un aumento de la temperatura, concepto que se conoce como contaminación térmica. Esto disminuye el nivel de oxígeno y produce la acidificación del agua.
Los envases y bolsas de plásticos son otra de las causas más importantes de la contaminación de los océanos. Tardan años en descomponerse y cuando lo hacen liberan elementos tóxicos que duran aún más tiempo. Además, muchos peces, tortugas y otras especies acaban muriendo por comer plástico o quedarse atrapados.
Durante el transporte marítimo se producen accidentes que dan lugar a vertidos incontrolados de petróleo en los mares. El combustible en crudo es altamente contaminante y produce daños muy graves en el ecosistema. Y una vez que se diluye, es casi imposible de retirar.
Casi tres cuartas partes del planeta está cubierto por agua. Y todos los seres vivos la necesitamos para sobrevivir. Por lo tanto, debemos hacer todo lo posible por detener el alarmante ritmo al que está creciendo la contaminación.
Hoy en día, la mayor parte de mares y océanos de la Tierra están sobreexplotados y en grave peligro. Y todas las sustancias tóxicas han sido vertidas directamente por el ser humano. Como detergentes, carburantes, plásticos y otros residuos.
Para que te hagas una idea de la magnitud del problema, existen 3 bloques de plástico gigantescos flotando en el Pacífico y el Atlántico. Con una extensión de entre 500.000 y un millón de kilómetros cuadrados. Si no hacemos algo por remediarlo, esta situación se agravará en los próximos años.
Además, están desapareciendo cientos de especie debido a la contaminación. Algo que también tiene consecuencias en nuestra salud. Un buen ejemplo lo tenemos en el marisco, donde se ha detectado un aumento de los niveles de mercurio.
El daño provocado por la contaminación en nuestros ríos es similar al del océano. Supone la pérdida de parte de la biodiversidad marina, ya que los residuos químicos procedentes de la industria pueden acabar con la vida de miles de ejemplares en cuestión de días.
Pero además de comer peces en mal estado, corremos el riesgo de contaminar el agua que se usa para beber, cocinar y ducharnos. Por todo ello, la defensa de los ríos debe ser una tarea prioritaria por parte de los gobiernos, ciudadanos y empresas.
El Mar Mediterráneo es el más contaminado de todo el mundo. La ONU calcula que cada año acaban en sus aguas 130 mil toneladas de aceite, 60 mil toneladas de metales pesados y 36 mil toneladas de fosfatos. Según las asociaciones ecologistas, para que todos estos residuos desaparecieran por completo tendrían que pasar 100 años.
La llamada zona muerta del Golfo de México, en el Océano Atlántico es otra de las zonas más contaminadas del planeta. Los niveles de nitrógeno y fósforo son los más elevados que se conocen. Debido a la actividad agrícola de las poblaciones vecinas como Minnesota, Tennesse o Arkansas. Por esta razón, apenas quedan peces.
Ya hemos hablado antes de ella. Se detectó por primera vez en la década de los 70 del siglo pasado. Se trata de la acumulación de bolsas de basura y otros desechos plásticos durante el paso de los años. Que además han atraído nuevos desechos. Se estima que alcanza el millón de kilómetros cuadrados, aunque su tamaño varía constantemente.
Si queremos evitar los distintos tipos de contaminación de los mares es esencial que reduzcamos el consumo de bolsas y envases de plástico. Sustituyéndolas por bolsas de tela y otros envases que no sean de un solo uso. También hay que explotar de forma sostenible los recursos marinos, ya que de lo contrario acabaremos con un montón de especies.
Utiliza productos cosméticos biodegradables cuando vayas a la playa. Y también detergentes ecológicos que sean sostenibles con el medio ambiente. No tiras basuras a los mares. Ni tampoco al inodoro, ya que indirectamente estarás haciendo lo mismo.
Y finalmente, es imprescindible disminuir las emisiones de dióxido de carbono. Ya que están en el origen del cambio climático y el aumento de temperatura de los mares y océanos.