El Parlamento Europeo aprobó el pasado mes de marzo una normativa para prohibir los plásticos de un solo uso en 2021. Según palabras del comisario Frans Timmermans, esta iniciativa permitirá un desarrollo económico responsable de la UE. Al tiempo que la sitúa a la cabeza de la acción global.
Si no cambiamos nuestra forma de producir, consumir y gestionar el plástico, dentro de unas décadas nuestros océanos estarán tan contaminados que no habrá vuelta atrás. Por lo tanto, aunque esta medida también tiene implicaciones fiscales, su principal objetivo es garantizar la sostenibilidad del medio.
La contaminación provocada por el plástico se ha convertido en uno de los principales problemas del mundo actual. Afecta tanto al ecosistema como a nuestra propia salud. En el caso de Europa, producimos más de 25 millones de toneladas de plástico anualmente. Pero solo un escaso porcentaje se recicla.
Por lo tanto, los residuos acaban llegando a los mares. Debido a que tardan años en descomponerse, no paran de acumularse. Provocando terribles daños ecológicos y afectando directamente a los peces, tortugas y aves. Finalmente, esto tiene impacto en nuestra alimentación, ya que estamos comiendo especies contaminadas que pueden provocar numerosas enfermedades.
Con la nueva normativa, Europa obtendrá un doble beneficio. Por un lado, se prevé una reducción de casi 3,5 millones de toneladas al año de CO2. Y por otro, un ahorro de 22.000 millones de euros debido al menor gasto para combatir la contaminación. Por lo que aumentaremos nuestra calidad de vida y lo notaremos en el bolsillo.
La nueva directiva de la Unión Europea va a endurecer su política para frenar la contaminación del plástico. Que en la actualidad supone más del 85% de la basura que se encuentra en las playas y océanos del planeta. Como hemos visto, a partir de 2021 entra en vigor la prohibición de todos los plásticos de un solo uso. Este es el caso de los cubiertos, platos, pajitas, bastoncillos para los oídos y cualquier envase de comida rápida.
El objetivo es reciclar el 25% de las botellas de plástico para 2025. Porcentaje que se incrementará en un 30% para 2030. Además, los países miembros tendrán que reducir en gran medida la producción de recipientes alimentarios. Y concienciar a la población sobre la necesidad de encontrar alternativas al plástico.
La prohibición de plásticos de un solo uso regula las toallitas húmedas, cuyas etiquetas deben avisar de la presencia de plástico. Así como otros materiales que son muy contaminantes si no desechan correctamente.
Esta advertencia también se extenderá a los paquetes de tabaco con filtro. De hecho, serán las propias tabacaleras quienes deben sufragar los gastos de la recogida de colillas para depositarlas en depósitos específicos. La idea es que todas las empresas que contaminen tendrán que pagar.
El gobierno español tiene la intención de prohibir las bolsas de plástico en 2021. Y desde el mes de julio del año pasado se cobran a un precio que oscila entre los 5 y 15 céntimos, para evitar su consumo a granel. El Real Decreto impulsado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente eliminará las bolsas de hasta 50 micras que no sean biodegradables.
Como paso previo, en 2020 desaparecerán de los establecimientos las bolsas de plástico fragmentables, que tienen aditivos que son aún más perjudiciales. Solo los envases que contengan al menos un 50% de plástico reciclado podrán ser accesibles para el público. Requisito que por el momento no está presente en la legislación europea.
Últimas medidas contra la contaminación ✍️Este plan de actuación también contempla la separación de residuos en los municipios que tengan más de 5.000 habitantes. Que debe implementarse antes de 2021. Y una campaña de sensibilización. Para que así nos demos cuenta de lo importante que es separar los tipos de basura. Tanto a nivel ecológico como económico, ya que reduce drásticamente los costes en la planta de reciclaje.
Según las estadísticas, el 90% de las bolsas de plástico que usamos tienen una vida útil de unos 20 minutos. Sin embargo, tardan más de 100 años en desaparecer, tiempo en el que causarán enormes problemas de contaminación. Cada año se arrojan al mar medio tonelada de plástico en la Unión Europea. Cifra que asciende hasta los 13 millones en todo el mundo.
Por lo tanto, prohibir los plásticos de un solo uso es solo el primer paso que debemos recorrer para completar un largo trayecto. En el que finalmente nuestra sociedad cambie y adopte otros hábitos de consumo. Y las empresas acepten su compromiso social y medioambiental en colaboración con las entidades públicas.
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