Los conocemos como ‘molinos de viento’, y son los responsables de que cada vez sean más las ciudades que se beneficien de la energía eólica para generar parte de su electricidad. Eso sí, aunque cada vez es más habitual que formen parte de nuestro horizonte, sabemos muy poco del mantenimiento de los molinos eólicos, o de qué empresas son las líderes de este sector en auge. De hecho, lo más normal es que ni siquiera conozcamos las partes del aerogenerador, ¡o que no sepamos ni que podemos tener uno en casa para ahorrarnos un buen porcentaje de la factura de la luz!
Hoy vamos a aprender cómo es el funcionamiento del aerogenerador, un elemento cada vez más habitual en el entorno doméstico y que es perfectamente compatible con la explotación de otras energías renovables como la solar. Sí, ¡como lo leéis! No es que vayamos a plantar uno de esos enormes molinos eólicos en el tejado, ni en el patio de casa, pero hay soluciones y soluciones para cada situación y tener un aerogenerador de autoconsumo empieza a ser algo de lo más habitual. En este caso suele ser un aerogenerador horizontal, o incluso un aerogenerador sin aspas, pero más allá de los tipos de aerogenerador… ¡vemos en qué coinciden casi todos!
Cuando vamos por la carretera y vemos un aerogenerador de dimensiones bíblicas (o unos cuantos), lo único que vemos es un mástil enorme con tres aspas en todo lo alto. Sin embargo, no imaginamos cómo es un aerogenerador por dentro. De hecho, aunque los veamos en vivo y en directo, no somos conscientes de las medidas de un aerogenerador hasta que no vemos a camiones con remolques kilométricos transportando sus piezas por la carretera. Por eso, para comprender mejor el funcionamiento de los generadores eólicos, vamos a hacer un repaso por las principales partes del aerogenerador, tanto interiores como exteriores, ¡para que comprendáis cómo se produce la magia de traducir viento en electricidad!
Es el nexo entre el rotor del aerogenerador y la multiplicadora.
Está justo en medio del eje de baja velocidad y el de alta velocidad, y es la pieza que permite dotar a este último de la energía necesaria para que gire hasta 50 veces más rápido que el primero.
Contiene todos los aparatos que la turbina de viento necesita para funcionar, desde el generador eléctrico hasta el transformador o el cableado. Su potencia máxima ronda los 1.500 kw.
Se trata de un ordenador que permite controlar el aerogenerador a distancia. Cualquier tipo de incidencia se ve reflejada en él, lo que permite tomar medidas prácticamente de inmediato.
Se trata de una serie de medidas de prevención de riesgos completamente automáticas. Las partes del aerogenerador requieren de un mantenimiento que, en gran parte, puede automatizarse.
En efecto, la torre es esa especie de mástil que sostiene tanto el rotor como las aspas y toda su maquinaria. Puede ser hueca (tubular), lo que permite que los operarios asciendan a lo más alto por su interior, aunque este tipo de diseño es más caro. Cuanto más alta, mayor será la velocidad del viento en su parte más alta. Suele medir entre 40 y 60 metros de altura, lo que equivaldría a un edificio de 20 pisos. Que se dice pronto.
La góndola es la parte que aloja la maquinaria más importante del aerogenerador, y es accesible a través de la torre.
El buje es un cilindro que está acoplado y en el que se apoya el eje lento del aerogenerador.
Las palas son las aspas de estos molinos eólicos del siglo XXI. Pueden medir de 20 a 40 metros de largo, y son las encargadas de recoger el viento, hacer girar el rotor e iniciar la producción de energía eléctrica totalmente limpia.
Al igual que en ocurre en los aeropuertos, la estación meteorológica es una más de las partes del aerogenerador. Mide la velocidad del viento, su dirección y velocidad o y las condiciones de presión atmosférica.
Como cualquier edificio de cierta altura, las dimensiones de un aerogenerador aconsejan que vaya equipado de una baliza de señalización. Esto permite a las aeronaves saber que hay un obstáculo que deben evitar a toda costa.
Como ya hemos mencionado, la medida habitual de la torre de un aerogenerador está entre 40 y 60 metros, mientras que las palas del rotor de un aerogenerador pueden alcanzar, o incluso superar, los 40 metros. Esto hace que, en conjunto, un aerogenerador vertical pueda superar los 100 metros de altura, lo que es una absoluta barbaridad. Por mucho que los veamos desde las carreteras, no somos conscientes de su altura hasta que no estamos bajo uno de ellos… pero los hay aún más grandes.
Iberdrola, compañía española, comunicaba en marzo de 2020 que había absorbido otra compañía para hacerse cargo de la construcción de un parque eólico marino frente a las costas de bretaña. Si todo va bien, serán más de 60 turbinas eólicas que medirán más de 200 metros cada una. Ahí es nada.
¿Y si os dijésemos que aún existe un aerogenerador más grande? Plantar un aerogenerador en el mar, lo que ha venido a llamarse como aerogenerador offshore, permite no poner límites al tamaño más allás de los estrictamente tecnológicos. Esto ha hecho que, de momento, el aerogenerador más grande del mundo esté en el puerto de Rotterdam, en Holanda. Se llama Haliade-X, sus aspas pesan 60 toneladas cada una y miden más de 100 metros (más de 200 metros de diámetro de rotor) y genera energía eléctrica limpia para surtir a un millón de hogares. Casi ná.
La conquista del medio marino ha hecho que los límites de tamaño se desvanezcan por completo. Y el desarrollo de la energía eólica, que el plan de España de dejar de depender por completo de los combustibles fósiles de aquí a 2050 sea una realidad alcanzable a medio plazo. ¡Grandes noticias para nuestro planeta, sin duda!