A la hora de reducir el coste de las facturas del hogar, solemos sacar más creatividad que nunca. ¿Qué tal con pintar las paredes de casa? Puede que lo hayas escuchado alguna vez, pero ¿de verdad funciona para ahorrar energía?
Puede parecer un poco raro de primeras, a priori, poco tienen que ver las paredes de casa con el ahorro energético, ¿no? Eso es lo que vamos a descubrir, además de darte algunos consejitos que te pueden venir bien para reducir los gastos del hogar.
Como siempre, esto se puede combinar con otros sistemas como el suelo radiante, la aerotermia y todo lo que imagines. A fin de cuentas, el objetivo es que la casa sea cómoda, calentita y no te dejes un dineral en facturas a final de mes.
Si andas buscando una respuesta rápida, cortita y el pie: sí, la pintura de las paredes de la vivienda puede influir en el gasto energético que tengas. Esto se debe a diversos motivos.
Principalmente, nos podemos encontrar con dos. El primero de ellos tiene que ver con un tipo específico de pintura que se utiliza como aislante. El segundo, con la sensación que nos puede dar el color que usemos y cómo absorbe la luz.
El aislamiento térmico es uno de los factores determinantes a la hora de tener una casa calentita. Según lo bueno que sea, va a depender que tengas que poner la calefacción más o menos.
Normalmente, nos centramos en reforzar el aislamiento de ventanas y puertas. Al ser lugares por los que entra el aire, es más fácil que se escape el calor de la vivienda. Los suelos también suelen ser reforzados.
Sin embargo, a veces nos olvidamos de las paredes y lo fácil que es reforzarlas a bajo coste. Basta con que utilices una buena mano de pintura termoaislante para que empieces a notar cambios desde el primer día.
Este tipo de pintura está fabricada con una capa aislante que ayuda a que el calor no abandone la habitación con tanta facilidad. A su vez, se compone de unas esferas huecas de vidrio que sirven para que la temperatura se mantenga.
Las características propias de esta pintura son bastante buenas, pero si las combinas con otros elementos aislantes, el resultado es bastante notable. Con las puertas y ventanas podría ser más que suficiente.
Puede que te preguntas qué tal está la resistencia de esta pintura, porque, al ser diferente a la normal, es probable que tenga otras características o que se desgaste con más facilidad.
Todo lo contrario, está pensada para que pueda soportar condiciones climatológicas diferentes, como grandes cantidades de humedad o la presencia continua de rayos ultravioleta.
Por si todo esto no fuese suficiente, también frena la aparición de moho en las paredes y, en la inmensa mayoría de los casos, está fabricada con materiales sostenibles que no generan residuos.
El tono que utilizas para pintar la casa puede depender de muchos factores, como que quieras hacerla parecer más grande o que pegue con los muebles que acabas de comprar.
Deberías tener en cuenta otro factor más: ¿qué efecto va a tener en la factura de la luz? Puede que no veas ninguna relación, pero tienen bastante que ver, ya que influirán en el tiempo que uses las lámparas o la sensación térmica.
Por ejemplo, los tonos fríos son mucho más luminosos que los cálidos, por lo que no estarás encendiendo la luz todo el rato. Esto se resume en ahorro energético, pero hay más.
Aquí entramos en un factor psicológico, ya que la sensación térmica varía en función del color que vemos. Los más claros vienen genial en las zonas cálidas, ya que se nota más el calor.
En la otra cara de la moneda nos encontramos con los colores cálidos, como son el rojo o amarillo. Al pintar una habitación de estos tonos, absorberán mucho más calor de la radiación solar. Viene bien especialmente en invierno.
Como puedes ver, el color que uses para las habitaciones de casa es muy importante. No nos olvidemos por supuesto de que también van a hacer que las salas se vean más grandes o pequeñas.
En resumen, parece que hay una clara relación entre pintar las casas de una determinada forma y tener un ahorro energético. En función del material o el color, tendrás más gastos o menos en calefacción y luz.
Nuestra recomendación es que aproveches la pintura termoaislante sí o sí, ya que te vendrá genial tanto en invierno como en verano. Con respecto al color, va a depender un poco más de la zona en la que vivas.
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El color que utilices y los materiales con los que se haya fabricado la pared te pueden ayudar a reducir algunos gastos en tu vivienda.
Estas tiras cuestan poco dinero y consiguen dar un ambiente más íntimo, relajante y sofisticado al espacio en el que las colocas.
Reducir tu factura de la luz y mejorar tu eficiencia energética dependerá del tipo de suelo que elijas, entre otros factores.
Puedes olvidarte del suelo radiante y optar por una de estas alternativas eficientes que no tienen emisiones contaminantes.
Continuar con electrodomésticos antiguos, dejar los aparatos conectados o fregar a mano hace que aumente la factura en tu vivienda.
Este aparato te permite tener el agua caliente al momento sin tener que esperar a que se llene el depósito y sin miedo a que se acabe mientras te duchas.
