La contaminación provocada por los combustibles fósiles es uno de los principales problemas para el planeta. Y también para la salud de los seres humanos. Por esta razón, las autoridades quieren limitar al máximo las emisiones de los millones de vehículos que circulan por nuestras carreteras.
Y como respuesta, los fabricantes han desarrollado distintas tecnologías basadas en la sostenibilidad y la eficiencia. En la entrada de hoy vamos a hablar de los sistemas eléctricos, híbridos, gasolina y diésel. Analizaremos sus características y veremos la importancia de usar un coche menos contaminante.
Los coches híbridos poseen dos motores: uno de combustión interna y otro eléctrico. El primero normalmente usa gasolina, aunque algunas marcas incorporan el diésel. ¿El resultado? Una reducción del consumo y las emisiones, así como un incremento del rendimiento. Y si la batería se descarga, podemos andar con el motor de combustión.
Por su parte, los coches eléctricos funcionan a partir de uno o más motores eléctricos. Tienen 0 emisiones contaminantes. Y se pueden recargar con ayuda de una red doméstica o cualquiera de las instalaciones repartidas por nuestra geografía. La autonomía está determinada por la potencia de la batería, que es el principal inconveniente de este sistema. Para que te hagas una idea, está en torno a los 100 kilómetros.
Los coches eléctricos son muy eficaces y silenciosos. Proporcionan una respuesta adecuada y tienen una capacidad de aceleración muy elevada. Pero no pueden alcanzar la velocidad de los híbridos. Ni tampoco pueden seguir circulando si la batería se acaba. No obstante, en lo que a sostenibilidad se refiere, salen ganando en esta comparativa.
En 2012, 7 de cada 10 vehículos que circulaban en España eran diésel. Un porcentaje que en la actualidad se ha reducido hasta el 37%. ¿Por qué? Porque mucha gente piensa que el diésel es mucho más contaminante, opinión a la que ha contribuido el propio gobierno. Hace unos años, esto era cierto.
Sin embargo, hoy en día la realidad es bien distinta. El diésel Euro 6 contamina prácticamente lo mismo que la gasolina. Y en los próximos años ambos sistemas serán igual de limpios. Hay que tener en cuenta que los motores de gasolina actuales tampoco son los de hace dos décadas. Además de ser más eficaces, provocan menos emisiones.
Si sueles recorrer unos 25.000 kilómetros al año, el diésel es una opción más económica. Que a largo plazo compensa con creces una mayor inversión inicial. Si solo quieres el vehículo para moverte por ciudad, entonces puede que sea mejor elegir gasolina. No obstante, también hay restricciones a la circulación a tener en cuenta.
¿Vives en un pueblo o una pequeña ciudad? No tendrás ningún problema. Pero debes saber que grandes urbes como Madrid o Barcelona ya están legislando sobre el tema. Y van a limitar el acceso al centro a todos los vehículos contaminantes en un breve espacio de tiempo. Esta restricción solo afectará a los diésel construidos con anterioridad a 2006, que no podrán llevar la etiqueta medioambiental de la DGT.
Ambas tecnologías se apoyan en un motor de combustión interna, un motor eléctrico y varias baterías para alimentarlo. En el caso de los vehículos híbridos, el motor de combustión está funcionando la mayor parte del tiempo. Y aunque algunos modelos pueden circular con el motor eléctrico durante algunos kilómetros, a altas velocidades el ahorro de consumo es prácticamente inexistente.
Esto es debido a que los híbridos normales no pueden recargar su batería en la red eléctrica, sino que esta función la realiza el motor de combustión. Por el contrario, los híbridos enchufables o PHEV por sus siglas en inglés, incorporan un motor eléctrico mucho más potente. Alcanzan mayor aceleración y velocidad, además de tener mucha más autonomía y ser menos contaminantes.
Pero como la capacidad de su batería es tan elevada, necesitan recargarse directamente a la red. En la actualidad, disponemos de bastantes puntos de recargas distribuidos por toda la geografía española. Y se incrementarán en un futuro cercano. Pese a ello, si vives en una zona aislada, puede que tengas problemas para repostar.
No obstante, como hemos mencionado más arriba, la autonomía media es de 100 kilómetros. Una distancia que la mayoría de nosotros no recorre en un solo día. Si no agotamos la batería, con los coches híbridos enchufables podemos circular sin gastar combustible. Y sin emitir emisiones contaminantes a la atmósfera.
El sector industrial y el transporte son los principales causantes de la degradación ambiental a nivel mundial. Un problema que en la actualidad se ha vuelto insostenible. Por este motivo, en los últimos años han surgido conceptos como la ecomovilidad o movilidad sostenible. Nuevos métodos que apuestan por la reducción del consumo y la utilización de energías renovables y limpias.
En España, según datos oficiales del gobierno, el transporte de mercancías acapara el 40% del consumo de energía y un 30% de la emisión de sustancias nocivas. Gracias a los sistemas híbridos y los motores eléctricos, estas cifras han bajado considerablemente en los últimos años. Pero aún queda un largo camino por recorrer si queremos garantizar que el planeta sea habitable para las próximas generaciones.
¿Qué puedo hacer para que mi coche sea menos contaminante? Busca las rutas más eficientes para llegar a tu destino, evitando las zonas con mayor congestión de tráfico. No realices movimientos bruscos, ya que gastarás más combustible y provocarás más gases tóxicos. Y por supuesto, utiliza siempre que puedas el transporte público o ve al trabajo en bicicleta. Una opción que además es muy recomendable para nuestra salud.