Se puede tener una casa bonita, limpia y reducir la factura de la luz a la vez, sí, sí, te lo aseguramos. Todo gracias a un elemento muy simple que se ha puesto de moda: la alfombra vinílica. Te contamos qué es, su limpieza y cuánta energía ahorra en tu vivienda.
Normalmente, nos ponemos a buscar las soluciones más disparatas para ahorrar energía en casa. Sin embargo, no nos debemos olvidar de los métodos sencillos y que tienen un impacto directo en nuestra factura de la luz.
Un claro ejemplo de esto son las espumas para mejorar el aislamiento o los dobles cristales para las ventanas. Son soluciones muy sencillas, de fácil instalación y que notarás desde el primer momento que las uses.
Cuando hablamos de mejorar el aislamiento de casa, siempre nos centramos en las ventanas o puertas. Sin embargo, los suelos son encargados en gran parte de mantener la temperatura de la vivienda.
Ahora bien, toca elegir qué producto debes instalar para el suelo de tu casa. Hay unos pocos, tampoco es que sean muchos, pero la gente siempre suele tirarse a por una moqueta. Nosotros te recomendamos otra alternativa: las alfombras vinílicas.
Es muy probable que hayas visto alguna vez en redes sociales o por tiendas un tipo de alfombras superfinas y con estampados variados. Lo más seguro, es que te hayas encontrado con una alfombra vinílica.
Este producto está formado por hilos de vinilo o PVC, lo que las convierte en alfombras de poquísimo grosor y muy ligeras. Este es uno de sus puntos fuertes, ya que la vas a poder usar en diferentes zonas de la casa.
Vale, es más ligera que el resto de las alfombras, pero ¿qué más tiene que ofrecer este producto? Hay varias características únicas que tiene este elemento y seguro que te interesan.
En primer lugar, aunque su apariencia parece indicar que sea una pegatina, nada más lejos de la realidad. No hay que pegarla en el suelo, solo extenderla en el sitio que más te guste, como las de toda la vida. Si te cansas, la puedes retirar o mover a cualquier otro lado.
Uno de sus puntos positivos es que es antideslizante, algo que te puede venir muy bien si convives con personas mayores. Puedes colocarla en el suelo sin problemas, por lo que ayudará a evitar caídas innecesarias.
Por otro lado, las alfombras vinílicas son muy resistentes al agua. Vaya, que la vas a poder poner en el baño o cualquier otro sitio de la casa sin tener que preocuparte de que se queden empapadas y se estropeen.
No nos podemos olvidar de la gran cantidad de modelos que existen. A fin de cuentas, no deja de ser un elemento decorativo, por lo que nos interesa que pegue con toda la estética de la casa.
Hay muchísimas opciones de personalización, tanto de tamaño, como de diseño. Gracias a esto, puedes encontrar la que mejor se adapte a cada parte de tu casa. Te puedes comprar una para la entrada, otra para debajo de la mesa del salón, para el baño, etc.
Por si todo esto fuera poco, no nos podemos olvidar de la gran resistencia que tiene este elemento decorativo. Pueden soportar arañazos, golpes o manchas sin muchos problemas, así que te van a durar bastante.
Este punto es bastante importante, ya que, si es difícil de limpiar, puede tirar por la borda todo lo positivo que acabamos de mencionar. Por suerte, este tipo de alfombra nos lo pone muy fácil en este sentido.
Al ser impermeable, te quitas el problema de las manchas de encima. Como su material no tiene hilos, tampoco va a deshilacharse con el paso del tiempo. El remate es que no cogen polvo, lo que las convierte en antialérgicas.
De todas formas, si quieres limpiar una alfombra vinílica, lo puedes hacer con un trapo y jabón. No te recomendamos que la metas dentro de la lavadora, es mucho mejor hacerlo de forma manual.
Dentro de las características de la alfombra vinílica nos hemos dejado una, sus capacidades de aislamiento térmico y sonoro. Nos vamos a centrar en el primero, ya que es el que nos ayudará a ahorrar energía.
Al utilizar estas alfombras por toda la casa, consigues que la temperatura no se escape por el suelo. Al atrapar el calor en invierno o el frío en verano, no tienes la necesidad de encender la calefacción o aire acondicionado.
El ahorro que consigas va a depender del porcentaje de suelo que tengas cubierto y lo caluroso – friolero que seas. Si eres de los que pasan frío hasta en verano, tampoco te creas que vas a evitarte poner la calefacción en enero.
Si la comparamos con las alfombras tradicionales, podemos decir sin dudas que las vinílicas retienen mejor el calor. Además, son compatibles con los suelos radiantes, un punto a favor.
Desde luego, si estás pensando en comprarte una nueva alfombra para decorar la casa, deberías tener en cuenta estos modelos. Hay muchas ventajas y pocas (por no decir ninguna) desventaja. Échales un ojo y busca la que más te guste.
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