El Ártico es una zona del planeta en la que no existe una gran cantidad de especies, por lo que estás muy conectadas entre sí. En el momento que añadimos el cambio climático a la ecuación nos encontramos con una gran cantidad de animales en peligro de extinción que viven en el Polo Norte.
El Polo Norte tiene unas condiciones de vida muy extremas. Hay pocas especies que puedan sobrevivir en un clima de este tipo y mucho menos prosperar. Por eso, hay que cuidar a la que ya están acostumbradas a este bioma.
Sin embargo, el cambio climático está afectando especialmente a esta parte del planeta. Lo podemos ver con el derretimiento de los casquetes polares y el aumento de las temperaturas, que dificultan la vida de un gran número de especies.
¿El resultado? Que aparezcan nuevos animales en peligro de extinción. Esto puede provocar un efecto dominó muy peligroso en el ecosistema, llegando a acabar con gran parte de la vida en el Ártico.
Si el Polo Norte se caracteriza, entre otras cosas, por tener poca fauna, es posible que siga reduciéndose. Hay cientos de especies, pero tienen muy poca presencia en cuanto a volumen. Esto puede terminar con su extinción.
Hay algunas especies que se encuentran en mayor peligro que las demás. Hoy, vamos a hacer un repaso por esos animales y contaros un poco sobre sus características, además de los motivos de su desaparición. Ya os adelantamos que el calentamiento global es uno de los principales.
Podríamos decir que esta especie es la clara representación del peligro de extinción en el Polo Norte. Son los principales afectados por el deshielo del Ártico, ya que se quedan sin espacio en el que desarrollarse. En consecuencia, se ven obligados a desplazarse a zonas costeras del norte de Canadá, donde algunas personas los cazan al considerarlos exóticos. Esta práctica ha derivado en que se le considere una especie en peligro real de extinción.
La morsa es una especie que está sufriendo las consecuencias de la caza furtiva en las costas del Polo Norte. Al tener unos colmillos de marfil, son muy atractivas para los cazadores ilegales. Este problema se agrava con la pérdida del hielo en el Ártico. Las morsas necesitan salir a los casquetes polares para descansar o cuidar a las crías, por lo que se exponen cada vez más a ser asesinadas.
Nos encontramos con la primera especie que estaría en peligro de extinción por la desaparición de otra, los osos polares. El zorro ártico se puede alimentar de aves o mamíferos, pero su principal fuente de comida es la carroña de los osos. En el momento que estos descienden, la lucha por la comida se vuelve mayor. A esto, se debe añadir el conflicto territorial con los zorros rojos. Al aumentar las temperaturas del Polo Norte, estos últimos se pueden adaptar y expandirse, perjudicando a los zorros árticos.
Hay varios motivos que explican el riesgo que corren las belugas. El principal es que han sido una especie muy perseguida por los cazadores furtivos, reduciendo drásticamente su población. Sin embargo, ahora se encuentran con otro riesgo todavía más grande. La beluga se está quedando sin alimento, ya que el deshielo acarrea una bajada de la cantidad de algas y crustáceos. Por si esto no fuera poco, la contaminación del agua reduce todavía más sus posibilidades.
Este tipo de ave, propia del Polo Norte, se puede ver ya en algunas de las cordilleras más altas del planeta. Esto es consecuencia del deshielo, ya que se empiezan a quedar sin hábitat natural y se ven obligados a emigrar. Durante estos viajes es posible que se encuentren con depredadores o que no encuentren un lugar en el que establecerse. Si esto se prolonga en el tiempo, puede ser el fin de esta especie.
Este es solo uno de los muchos motivos por los que hay que luchar contra el cambio climático. Cada uno puede aportar su granito de arena desde casa y ayudar a cuidar el planeta.
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