Sí, sabemos que en ocasiones anteriores hemos venido a hablaros de temas algo más amables, como de qué es la educación ambiental o para traeros una maravillosa selección de libros sobre el medioambiente para el Día del Libro. Sin embargo, seáis más o menos ‘verdes’, esto que venimos a contaros hoy sobre el certificado de instalación del gas os incumbe a todos, así que atentos, ¡podéis evitaros un buen disgusto!
El Certificado de Instalación del Gas (CIG), también conocido más coloquialmente como ‘boletín de la instalación del gas’, es un documento básico en nuestro hogar. Se trata del garante de que todo está absolutamente en orden, ya que acredita tanto que dicha instalación está hecho como es debido como que es perfectamente legal.
Como veremos a continuación, los certificados de gas son bastante más necesarios de lo que podría parecer, y es que recoge todas las características técnicas del sistema, incluyendo incluso cuántos aparatos y de qué tipo hay conectados a la instalación.
Sí, el certificado de instalación individual de gas es obligatorio desde antes incluso de que dicha instalación comience a funcionar. Lo es porque se trata de la única manera de certificar que una instalación de gas está en perfectas condiciones de funcionamiento, algo que no siempre ocurre. ¿Y por qué debe preocuparnos un trámite burocrático como este? Pues porque es mucho más que eso.
Tener el boletín del gas en orden nos garantiza que la instalación no será un peligro ni para nosotros ni para los vecinos. Probablemente habréis visto, y en no pocas ocasiones, noticias sobre los daños tanto personales como materiales que puede ocasionar una explosión de gas en un hogar. Sí, sufrir algo así debe ser terrible, pero el certificado de instalación de gas butano, o el de gas natural, nos dan la tranquilidad de que todo está bien. ¡Y de que seguirá así gracias a las pertinentes revisiones!
El certificado de instalación de gas debe ser presentado en el momento de realizar una nueva instalación, en el de darla de baja o en el de hacer cualquier tipo de modificación. Es decir, técnicamente es obligatorio siempre, ya que hace falta tanto en el momento de empezar a utilizar dicha instalación como en el de ir a desmantelarla.
De hecho, en el caso de que estemos hablando de una comunidad de vecinos dentro de un mismo edificio, primero hará falta un boletín de instalación del gas común para todos y después cada uno de ellos necesitará un certificado de instalación de gas individual. Eso sí, además de en las casuísticas que hemos comentado, el certificado de instalación del gas será necesario en estos otros supuestos:
Lo normal si nunca se ha visto un certificado de instalación de gas es que no se tenga ni idea de lo que debe incluir. Por eso, si queréis que sea completamente válido, deberéis aseguraros de que incluye todo lo que os contamos a continuación.
En principio, con esto estaríamos más que cubiertos ante cualquier tipo de eventualidad futura.
Por desgracia, aunque el certificado de instalación del gas resulte favorable, su efecto no es inmediato. Es decir, si estamos esperando a su validación para entrar a vivir a un nuevo hogar, aún nos tocará esperar un poco, ¡aunque por suerte, tampoco demasiado!
La justificación de esto la encontramos, como de costumbre, en los trámites burocráticos. La inspección debe presentar la documentación pertinente ante la comunidad autónoma de turno y esta debe sellarla. Lo normal es que dicho trámite no tarde más de una semana, ¡aunque con todo el jaleo post Covid-19 es posible que tarde unos días más!
En cuanto a la respuesta a la pregunta de ‘cuánto cuesta el certificado de instalación de gas butano’, lo cierto es que el precio del certificado de instalación del gas depende de varios factores:
El certificado de instalación del gas se le solicita a la distribuidora que vaya a proporcionarnos el servicio. Por lo general tiene una duración de 5 años, aunque en caso de hacer modificaciones en la instalación o de pasar dos años sin utilizarla antes de alcanzar dichos 5 años, habría que solicitar uno nuevo.
En caso de tener que renovarlo, sea cuando sea, habrá que hacerlo mediante la Inspección Obligatoria del Gas. Y ojo, ¡con el certificado de instalación de gas natural y el certificado de instalación de gas en una autocaravana hay que operar exactamente igual!
Por cierto, hablamos de una medida de seguridad, así que por mucho que nos gusten las tendencias de construcción sostenibles y modernas, tendremos que seguir cumplimentando este trámite, ¡al menos siempre y cuando sigamos utilizando gas de algún tipo en casa!