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La bicicleta es el medio de transporte más rápido. En las grandes ciudades y en hora punta cuando hay más tráfico, una bici tarda menos que un coche o un autobús en llegar a su destino. Eso sí, las bicicletas eléctricas son más rápidas y sostenibles, pero ¿cómo convertir una bici normal en bici eléctrica? ¿Qué necesito?
Aunque pueda parecer costoso, lo cierto es que transformar tu bicicleta convencional en una bici eléctrica no es tan difícil. Lo único que necesitas es instalar un sistema de pedaleo, a través de un motor eléctrico.
Como te hemos contado en otras ocasiones, el modelo eléctrico puede alcanzar un máximo de 25 kilómetros por hora y superar los 250 vatios de potencia.
Además, es mucho más económico convertir la bici normal en eléctrica que comprarte una nueva. Otra opción es dar una segunda vida a tu bicicleta vieja y hacerla más sostenible.
A diferencia de una bici tradicional, la bicicleta eléctrica incorpora como te decíamos antes un sensor de pedaleo, un motor con batería y un acelerador que te permitirá aumentar la velocidad. Todo ello ayudándote a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono o CO2.
Ahora bien, ¿cómo puedes convertir una bici normal en bici eléctrica? Estas son todas las piezas que necesitas:
La batería de iones de litio es la más utilizada para la bicicleta eléctrica. A diferencia de las baterías de plomo, son mucho más ligeras y soportan un mayor número de recargas.
Además, brinda una gran autonomía y aguanta muy bien las condiciones meteorológicas adversas. Por lo general, la batería de la bici eléctrica puede llegar a tener una vida útil de hasta 3 años. Lógicamente, también dependerá del uso que vayas a darle y la cantidad de cargas.
No obstante, deben colocarse con cuidado al ser un material sensible. Si es tu primera vez y no sabes por dónde empezar, te aconsejamos consultar o pedir ayuda a un experto.
El motor suele colocarse entre los dos pedales o en la parte central de una de las dos ruedas. Lo mejor es instalarlo en el centro de la bici. De esta manera, funcionará con una mayor potencia.
Este dispositivo es muy recomendable tanto si vas a moverte por la ciudad como si vas a utilizar una bici de montaña. Además, hará que tu esfuerzo al pedalear sea menor. Al menos, te aconsejamos elegir uno de 250 vatios.
Es imprescindible para que pueda funcionar el motor. No necesitas instalarlo en un lugar concreto. Ponlo donde te moleste menos mientras conduces, ya que está conformado por numerosos cables. Al ser muy pequeño, es fácil de colocar.
Justo debajo de los pedales, va el sensor de pedaleo. También se conoce como sensor de velocidad. Esto hará que el motor se active y que los pedales puedan empezar a moverse. Se compone de un disco de imanes que gira junto al eje de los pedales.
Aunque no es obligatorio tenerlo, sí es recomendable para poder alcanzar una mayor velocidad mientras conduces. Sobre todo, si vas por la ciudad y otros lugares con más gente, vas a agradecer llevar uno. Es similar al acelerador de la moto y se sitúa cerca del pedal de freno.
Este sirve para controlar la velocidad del vehículo y otra información muy valiosa cuando viajes en bici eléctrica como: GPS, porcentaje de carga de la batería, potencia del motor, etc.
De esta manera, el conductor podrá mejorar el rendimiento de la bicicleta y saber cuándo necesita hacer alguna revisión técnica. Al igual que los coches, las motos, los autobuses o las bicis convencionales, es muy importante que sepas cuál es el estado actual de la misma.
Ahora que ya sabes todo lo que necesitas para transformar tu bici convencional en un mecanismo eléctrico, te explicamos cómo colocar cada una de las piezas.
Lo primero de todo, carga por completo la batería. Después, instala el acelerador junto al freno, el controlador, el sensor de pedaleo y, por supuesto, el motor. Aquí tienes en detalle todos los pasos que debes seguir:
Si todavía tienes alguna duda sobre adquirir una bicicleta eléctrica o quedarte con tu bici normal, estos son algunos beneficios que vas a notar:
La bici eléctrica es el medio de transporte más rápido. La bicicleta convencional te ayudará a desplazarte por cualquier lado mejor que otro vehículo particular o que el transporte público. Sin embargo, un motor y una batería de iones de litio te harán moverte más deprisa y sin límites, gracias a su potencia.
Las bicicletas eléctricas pueden alcanzar una gran velocidad y, en consecuencia, tendrás que realizar un esfuerzo mucho menor para conducir una. Si bien te decíamos que las baterías de plomo son más pesadas, la ligereza de las baterías de litio te ayudarán a moverte sin complicaciones.
Por último, existen subvenciones en España por parte de algunas comunidades autónomas para todos aquellos que tengan una bici eléctrica. Este es el caso de la Comunidad de Madrid, que hace un descuento de hasta el 50% si compras una (accesorios no incluidos). Eso sí, el precio total debe ser inferior a 4000 euros.
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