Que no emita humo ni esté relacionado con la gasolina no significa que sea sostenible. De hecho, saber cuánto contamina un móvil ha sido preocupación constante de las autoridades europeas en la última década. ¿Tan importante es para el cambio climático?
Sin datos en la mano, asociar los plásticos y los minerales para la fabricación de pantallas y chips, ya nos responde a esa pregunta: sí, los móviles son un problema para el medioambiente. Más si tenemos en cuenta que hay miles de millones de ellos en el mundo.
En la última década solo se ha reciclado un 15% de todos los móviles desechados de los países desarrollados. Suma a eso que cada terminal tiene una vida media de 1,5 - 2 años, para obtener el cataclismo medioambiental definitivo.
Por suerte existen muchas soluciones. En 2014 se estimaba que España desechaba unos 20 millones de teléfonos al año. O lo que es lo mismo: que generaba 2000 toneladas de residuos. Hay margen de mejora y aquí lo enmarcamos con su problema.
No es el uso sino su fabricación lo que refleja una importante huella de carbono. Recolectar los recursos y procesarlos para transformarlos en componentes es lo que deriva en la contaminación del teléfono móvil.
En torno a un 80% de todo lo que impacta en el medioambiente se genera justamente durante estas fases de desarrollo. Es decir, la extracción de minerales, el consumo de agua y la propia actividad de las plantas de producción.
¿Cuánto contamina un móvil? A grandes rasgos podemos hablar de CO2, minerales, agua y energía. Es un tema que da para largo y por eso te lo resumimos en unos pocos puntos claves que te dejarán ver la magnitud del asunto.
Como ves, a la pregunta de "cuánto contamina un móvil" se puede responder de muchas maneras, y ninguna de ellas es positiva. Si no hacemos nada, un estudio del Journal of Cleaner Production apunta a que en 2040 este mercado ocupará más del 14% de los GEI.
Eso por no hablar de los conflictos humanitarios que generan las minas de las que se extraen los materiales necesarios para la fabricación. Cosa que en áfrica lleva años induciendo a la esclavitud e incluso guerras civiles.
En un móvil te puedes encontrar un 20% de hierro, un 14% de aluminio y un 7% de cobre. Pero, por ejemplo, la presencia de oro está llevando a una preocupante deforestación de las selvas brasileñas. De aquí a 50 años nos podríamos quedar sin recursos naturales.
Formar parte del sistema no te hace responsable de sus consecuencias. Ahora bien, una vez recibido el móvil, la responsabilidad de minimizar su impacto sobre el medioambiente es de cada usuario.
Nos referimos especialmente a la cuestión de los residuos. Esto es, a lo que genera tu terminal cuando te deshaces de él porque consideras que está obsoleto o porque ha dejado de funcionar.
Así nos encontramos con dos enemigos principales. Por un lado tenemos la obsolescencia programada, que invita a los fabricantes a reducir la calidad de sus productos para que tengas que cambiarlos con más frecuencia.
Por otro habría que hablar de la concienciación. ¿Cuántas personas conoces que lleven su móvil a reparar de forma sucesiva? Lo hacemos con los coches pero no con los móviles. El ciclo de renovación se va acelerando y con él la generación de residuos.
En ese frente hay que ser claros. Más del 90% de los componentes son reciclables. El problemón nos lo encontramos en la batería (de litio), que sola puede llegar a contaminar más de 600.000 litros de agua.
¿Y qué hay de los gases de efecto invernadero? De acuerdo con un estudio de la Universidad de Surrey, un solo móvil genera hasta 95kg de CO2 durante su vida útil, promediada en los dos años.
Hace casi una década, ya conexión a Internet de todos los terminales representaba el 2% de los GEI; por cada email enviado generábamos 4 gramos de CO2. Hacerlo más de 50 veces equivalía a circular 1km en coche.
Según una macroinvestigación de rebuy, en España podríamos ahorrarnos más de 40 toneladas de CO2 y 15 toneladas de materiales tóxicos reciclando los móviles del mercado. En beneficio se generarían unos 114 millones de euros.
Ni guardarlo por casa para que coja polvo ni tirarlo a la papelera. Es normal que dudes a la hora de deshacerte de un móvil, porque nadie nos ha enseñado qué hacer con ellos. Pero resulta mucho más sencillo de lo que parece.
Sí, para reciclar un móvil debes llevarlo a un punto limpio. Lo mismito que haces con los electrodomésticos de casa que ya no quieres. Esto también aplica al cargador y el resto de cables que te venían en la caja cuando lo compraste.
Para encontrar el punto limpio más próximo a tu casa puedes emplear el buscador de la OCU. Seleccionas la provincia y la localidad y luego consultas en la tabla el número de contacto y la dirección de la instalación.
¿Te da pereza ir hasta un punto limpio? ¿No te queda ninguno cerca? Siempre puedes consultar en la tienda de móviles en la que adquiriste el terminal para saber si cuentan con algún tipo de programa de reciclaje.
Empieza ya a cuidar del medioambiente sabiendo cuánto consume un móvil. Luego sigue reduciendo tu huella de carbono con un uso responsable de la energía. Entra nuestra web o llama al 900 822 700 y deja que en EnergyGO te echemos una mano.