Llevamos muchos años escuchando hablar del efecto invernadero y de sus nocivas consecuencias sobre nuestro planeta. Además, al menos nos suena que es provocado por ciertos gases. Pero una cosa es que quiera sonarnos y otra muy distinta que tengamos claro qué es el efecto invernadero y, más importante aún, ¡cómo evitarlo! Por eso, para que la próxima vez que escuchéis hablar sobre él, entendáis todo lo que se cuenta, hoy os contamos todo lo que necesitáis saber sobre el efecto invernadero.
El llamado efecto invernadero es un proceso complicado que, bien explicado, no es difícil de entender. Nuestro planeta recibe una cantidad enorme de energía solar, y esta es tan grande que sale rebotada de nuevo hacia el espacio. O lo intenta, porque lo cierto es que los gases atmosféricos no solo la retienen, sino que la devuelven de nuevo hacia la superficie terrestre. Esto deriva en un sobrecalentamiento de la misma, lo que venimos a llamar ‘efecto invernadero’. ¿Y esto por qué? Pues porque se produce una situación muy similar a la vivida dentro de uno de estos ingenios agropecuario.
¿El principal problema de que esto se produzca? Un calentamiento global que, por mucho que Donald Trump se negase a admitir, está provocando un cambio climático que está a punto de convertirse en irreversible. Veranos más calurosos, inviernos más fríos y un deshielo de los polos que puede resultar mortal de necesidad para infinidad de zonas costeras.
El principal motivo del efecto invernadero son los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que se emiten en la actividad industrial y el transporte humanos. Dichos gases se acumulan en la atmósfera y cambian por completo el funcionamiento de la misma. La única forma de solucionar este problema está en el objetivo que buscaba el pacto de Kioto: Que los países más contaminantes acuerden controlar sus emisiones de una vez por todas y hagan todo lo posible por cumplir con este requisito.