El contacto entre los cuerpos y los materiales provoca una liberación de electrones. Uno de los ejemplos más claros se produce cuando se infla un globo, se frota por un jersey y después se suelta y se queda pegado al techo. Ese fenómeno se produce por la acción de la electricidad estática.
En líneas generales se puede definir a la electricidad estática como un fenómeno que se produce cuando dos o más cuerpos se juntan, tienen un contacto directo y de repente se separan. Este hecho provoca que se transfieran electrones entre los átomos. Cuando se genera la electricidad estática, uno de los cuerpos gana electrones y el otro los pierde.
La presencia de la electricidad estática puede generar todo tipo de consecuencias. Por lo general, la exposición a la electricidad estática causa una molestia leve, pero si la persona tiene un marcapasos, este dispositivo puede presentar ciertas alteraciones.
Por otro lado, si la electricidad estática está presente en el ámbito industrial, sus consecuencias pueden ser mucho más graves y terminar generando incendios o provocando daños importantes en las personas. Hay que tener en cuenta que recibir una descarga eléctrica siempre es perjudicial.
Para evitar la electricidad estática hay que tratar de evitar la fricción o el roce entre cuerpos. Algunas de las medidas son tan simples como no usar ropa sintética ni jerséis de lana, calzarse con zapatos de piel, usar toallas húmedas que eviten el contacto entre la ropa y el cuerpo, tocar con cuidado el coche y buscando siempre la superficie metálica. Mientras que a nivel empresarial, es importante concienciar a los trabajadores sobre los problemas que puede generar la electricidad estática y aportarles las medidas de prevención necesarias para evitar accidentes.