Cuando ya casi nos habíamos acostumbrado a hablar de las energías renovables, de repente ha surgido el vocablo ‘energías alternativas’, pero… ¿qué son las energías alternativas y por qué se hace esta diferenciación entre unas y otras. Os lo vamos a contar con pelos y señales, pero ya os adelantamos que no vais a tener que aprender nada nuevo. ¿Que por qué? ¡Lo vais a entender enseguida!
Las energías alternativas no podrían tener un nombre más acertado, ya que suponen una alternativa viable a las fuentes de energía tradicionales. Eso sí, está igual de bien dicho que si dijésemos energías renovables, que se denominan así porque nuestro planeta tiene la capacidad de regenerarlas a mayor ritmo del que las consumimos. ¿Estamos queriendo decir lo que creéis que estamos queriendo decir? ¡Pues claro que sí! Las energías alternativas son las energías renovables, ni más ni menos.
Lo de energías alternativas es, simplemente, otro nombre con el que podéis encontrarlas cuando busquéis algo sobre el tema. Y es bueno saberlo, ¡porque a más de uno seguro que le ha estallado la cabeza con tanto nombre distinto!
Energía alternativa es toda aquella que se salga de lo común, de las energías fósiles, y que además haga mucho menos daño a la naturaleza. Por fortuna, su uso está en auge, y en cuanto las leáis veréis que las conocéis de sobra:
Y eso no es todo, ya que también están la energía mareomotriz, el biogás, la energía hidroeléctrica, la biomasa, la energía undimotriz… Haced un par de búsquedas en el blog, ¡veréis que ya os hemos hablado de casi todas ellas!