Todas las actividades que lleva a cabo el ser humano repercuten sobre el medio ambiente y sobre el propio planeta tierra, especialmente cuando esa actividad es de ámbito empresarial y emite componentes contaminantes. La huella ambiental mide el reflejo de esa actividad.

¿Qué es la huella ambiental?

La huella ambiental es un indicador que registra las repercusiones que tiene la actividad de las personas y de las empresas en el planeta. Además, realiza sus mediciones con base en 16 criterios que establece la Comisión Europea. Con lo cual, se trata de un medidor global.

Factores que influyen en la huella ambiental

La huella ambiental se genera y aumenta debido a una serie de factores a los que, a pesar de las medidas implementadas, no se ha prestado una especial atención. El primero de ellos es el crecimiento de la población, que, aunque se ha reducido en países occidentales, sigue siendo un problema.

En segundo lugar, aparece la explotación excesiva de las superficies de suelo fértil, un factor que, sumado a la deforestación, está provocando que los recursos naturales se consuman a un ritmo tan alto que el propio planeta no es capaz de reponerlos a la misma velocidad. Todo esto provoca un agotamiento de los recursos, que es otro de los factores. Finalmente, aparece el desenfrenado ritmo de consumo que se realiza a nivel usuario y empresarial.

Medidas para reducir la huella ambiental

Reducir la huella ambiental es un reto que para que sea efectivo se tiene que asumir a pequeña y a gran escala. Las medidas para alcanzarlo pasan por reducir el consumo de carne, ya que para obtenerla se emplean una serie de recursos naturales como el agua que terminan afectando a las reservas del planeta.

Otra medida es el reciclaje de materiales. Alargar la vida útil de un producto o emplearlo para crear otro reduce la actividad industrial. También es viable reducir el consumo de energía en la media de lo posible, así como contratar una compañía que aporte energía verde o recurrir al autoconsumo con equipos de placas solares. La reducción del transporte individual a motor es otra medida efectiva y accesible a través del uso del transporte público o de vehículos de tracción humana como las bicicletas.