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¿Sabes qué es la inductancia y cómo puede ayudarte a almacenar energía? No te preocupes, que ya sabemos que en el sector energético hay un montón de conceptos que probablemente desconocerás. Por eso, en este artículo vamos a explicarte qué papel tiene este fenómeno en la electricidad y por qué es tan importante.
La inductancia es una de las claves de cualquier circuito eléctrico y electromagnético. No obstante, aunque a siempre vista te parezca algo completamente abstracto, en las siguientes líneas entenderás sus aplicaciones dentro de los sistemas eléctricos, la tecnología y las telecomunicaciones.
En pocas palabras, la inductancia es la capacidad de un conductor o componente eléctrico que le permite almacenar energía en forma de campo magnético cuando pasa la electricidad a través de él. Esta propiedad fue descubierta en el siglo XIX por los científicos Michael Faraday y Joseph Henry.
De ahí que la inductancia esté basada en la Ley de Faraday y que su unidad de medida en el Sistema Internacional sea el henrio (H) en honor a Henry. Esta ley establece que cualquier cambio en la corriente eléctrica que se produzca a través de un conductor producirá un cambio en el campo magnético a su alrededor.
Este cambio en el campo magnético, a su vez, genera una fuerza electromotriz opuesta a la variación de corriente. Este principio es fundamental para el funcionamiento de muchos dispositivos eléctricos y electrónicos.
Si bien el henrio es una unidad de medida muy grande para la mayoría de circuitos que utilizamos en la vida cotidiana, lo habitual es utilizar el milihenrio (mH) o el microhenrio (μH), que representan milésimas o millonésimas de un henrio, respectivamente.
Para que entiendas mejor qué es y cómo funciona la inductancia, estos son algunos de los usos eléctricos y tecnológicos más comunes en nuestro día a día:
Uno de los dispositivos más importantes basados en la inductancia es el transformador. Los transformadores se utilizan para cambiar los niveles de voltaje en los sistemas de transmisión eléctrica.
Gracias a este fenómeno, los transformadores pueden transferir energía entre dos bobinas a través de un campo magnético, convirtiendo la corriente alterna a diferentes voltajes.
Por otro lado, los inductores en combinación con los capacitores forman filtros y circuitos esenciales en los sistemas de telecomunicaciones, ayudando a bloquear o eliminar señales específicas y permitiendo únicamente el paso de señales de baja frecuencia.
En algunos dispositivos, como los convertidores de energía, los inductores se utilizan para almacenar energía de forma limitada. De esta manera, cuando la corriente pasa a través de un inductor, parte de la energía eléctrica se convierte en energía magnética alrededor del inductor.
Además, los motores y generadores eléctricos también dependen de la inductancia. En el caso de los motores, la corriente crea un campo magnético que interactúa con otros campos del mismo tipo para generar movimiento. Por su parte, los generadores utilizan la inducción electromagnética para convertir energía mecánica en eléctrica.
En definitiva, la inductancia es fundamental en muchas áreas de la tecnología de última generación. Mientras que en las telecomunicaciones es esencial para el diseño de antenas y la sintonización de señales, en la electrónica nos permite la conversión eficiente de voltajes en fuentes de alimentación.
También es muy importante en el desarrollo de vehículos eléctricos, pues se utilizan motores con componentes inductivos para mejorar el rendimiento y la eficiencia energética.
Además, la inductancia ayuda a proteger los circuitos eléctricos de subidas de tensión repentinas, actuando como estabilizadores y evitando que tus dispositivos puedan sufrir daños.
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La inductancia es la capacidad de un conductor para almacenar energía, pero también tiene un papel fundamental en circuitos y coches eléctricos.
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