Descubre por qué el león africano está en peligro de extinción. Conoce sus características y cuáles son los planes a nivel mundial para intentar preservar esta especie que cada vez registra menos ejemplares.
Un estudio científico publicado en 2013 por Ecology Letters advertía de que casi la mitad de los leones africanos podrían desaparecer en los próximos 20 o 40 años. Dicha investigación decía que quedan apenas unos 30.000 ejemplares y que sus territorios se están reduciendo a casi un 25% de su tamaño original por la expansión de los territorios ocupados por el ser humano, una de las causas de que el león africano se encuentre en peligro de extinción.
Estos investigadores apuntaban como solución a la separación de los leones silvestres de las zonas en las que vive la gente y a la creación de reservas naturales en las que garantizar la supervivencia de esta especie en peligro de extinción. Sin embargo, hay otros problemas que acechan al león africano como la caza o incluso la lucha de los agricultores de la zona por proteger sus cultivos.
Existen diferentes subespecies de león africano y una de ellas es el león blanco, que también está en peligro de extinción. Su color lo convierte en una especie muy extraña en el mundo y eso significa que es una 'presa fácil' para otros animales, ya que no puede camuflarse tan fácilmente de sus depredadores, y para el ser humano.
El león africano blanco se vio por primera vez en Timbavati (Sudáfrica), en 1928. La tribu que habita en esta región lo considera un animal sagrado. Según sus creencias, cruzarse con un león blanco es sinónimo de felicidad. Pero no todo el mundo protege a esta subespecie del león africano y a menudo son sacados de las reservas naturales de África del Sur para ser criados de manera selectiva en zoológicos.
Los leones fueron en su momento una especie animal muy extendida por territorios como África u Oriente próximo e incluso por India. Sin embargo, en la actualidad los leones salvajes tienen su hábitat en zonas muy restringidas del sureste y del centro de África y en regiones muy localizadas del noroeste de la India. Esto es, en sabanas y herbazales.
Los leones son animales vivíparos y, como tales, se reproducen de manera sexual, es decir, a través de la fecundación interna. Los embriones se desarrollan en el vientre de la madre en los órganos correspondientes y, tras la gestación (que suele durar unos 110 días), cada hembra puede dar a luz entre una y cuatro crías. Lo hace en una madriguera, aislada del resto de la manada. Una vez que sus cachorros tienen la edad suficiente, se reintegran a la manada con sus crías, que se quedan en el grupo hasta que son adultas. Algunos de estos leones son después expulsados de la manada para que busquen sus propios territorios.
Un león africano adulto macho puede llegar a pesar entre 160 y 190 kilos, mientras que las hembras alcanzan entre los 110 y los 120 kilos. La altura de estos animales está en torno a los 110 centímetros hasta los hombros. La longitud del cuerpo de los machos puede variar de 1,70 a 2,50 metros, mientras que la longitud de la cola puede ser de 90 a 105 centímetros. La longitud total del cuerpo de las hembras puede ir de 1,40 a 1,75 metros y su cola tiene un largo de 70 a 100 centímetros.
Los leones son animales carnívoros, considerados como los grandes cazadores del reino animal en las llanuras africanas. Cazan en manada, en ataques coordinados, tendiendo emboscadas a sus presas. Se ayuda de su velocidad (pueden correr hasta a 60 kilómetros por hora) y organizan sus cacerías por sexos: machos por un lado y hembras por otro, aunque a veces éstas reciben la ayuda de los machos.
Sus presas favoritas son animales grandes como búfalos, ñus, cebras, jabalíes, impalas, ciervos e incluso jirafas jóvenes. En casos más raros, pueden cazar alguna foca en lugares como la costa de Namibia, por ejemplo.
¿Comen humanos? Rara vez les da por la antropofagia pero casi mejor no molestarlos, ¿verdad?
Como ya hemos dicho, el león es un animal rápido, que puede alcanzar velocidades de hasta 60 kilómetros por hora. Un león normalmente se desplaza a unos cuatro kilómetros por hora en su estado normal, pero si necesita correr, como cuando tienen que hacerlo para cazar, es sorprendente que puede adquirir grandes velocidades de entre 50 y 60 kilómetros por hora en una distancia muy corta. De hecho, esa concepción del león agazapado es totalmente cierta. Sus períodos de inactividad pueden ser de unas 20-21 horas diarias (¡quién pudiera!) pero en el momento de la caza no necesitan demasiados metros para dar alcance a sus presas. Eso sí, si la carrera se alarga mucho, se cansan y a otra cosa, mariposa. No son muy resistentes.
Pero, si es necesario, los leones saltan. Y se han registrado saltos de más de doce metros de altura. Lo hacen, por ejemplo, para subir a los árboles (seguro que te viene a la cabeza esa imagen suya recostados a la sombra). No son buenos trepadores pero a la vista está que no les hace falta.
Como dijimos al principio, una de las apuestas de los científicos para salvar al león africano en vía de extinción es separarlos en reservas naturales de las zonas pobladas por el ser humano. Muchos leones son sacrificados a diario por culpa de la caza y de la actividad humana porque representan una amenaza para el ganado y para sus cultivos.
Después está la opción de los zoológicos. Pero no son pocas las voces que consideran inadecuado el cautiverio de estas especies como forma de preservar su supervivencia. Eso sí, es bastante más barato hacerlo así que intentar protegerlos en un espacio abierto. En ese debate se encuentran inmersas las autoridades mientras el león africano sigue extinguiéndose.