La moda sostenible ha llegado para quedarse pero, como toda tendencia, existen algunas malas prácticas como el fast fashion, también conocido como moda rápida. Si quieres adquirir ropa que sea realmente eco friendly, en las siguientes líneas veremos cuáles son todos los errores que debes evitar si adquieres este tipo de productos.
El primer paso para convertirte en un consumidor responsable no es cambiar tus hábitos de consumo, sino más bien cambiar tu mentalidad a la hora de comprar.
Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer? ¿Cambiar el armario? ¿Cambiar las marcas? ¿Apostar por otros productos? Es mucho más fácil que eso: el primer paso es ser consciente de cómo afecta la industria de la moda rápida y sus procesos, pero desde un punto de vista crítico.
A continuación, te contamos cuáles son algunos errores típicos que deberías evitar para no caer en falsos mitos sobre la moda sostenible:
A ver, párate a pensar por un momento. ¿Cuál es el fundamento del slow fashion y de la moda sostenible frente al fast fashion? Minimizar el impacto ambiental. Ahora imagínate que vacías el armario para llenarlo de otras marcas. ¿Qué pasa con todas esas prendas? ¿Dónde acaban?
Y es que no se trata de cambiarlo todo, sino de cambiar tu punto de vista al respecto, ya que parte de la ropa que ya tienes la puedes seguir utilizando.
Plantéate por qué la donas: ¿ya no te gusta? ¿No te la pones y quieres darle una segunda vida? ¿O lo haces para limpiar tu conciencia? Como decíamos al principio, no se trata de cambiar tus hábitos, sino tu mentalidad, y donar por donar no es algo que beneficie realmente.
Frena el carro. Una vez más, el problema no es solo el fast fashion (que en gran parte lo es), sino nuestros hábitos de consumo. Pensemos con calma: la cadena que hay detrás de un pantalón de 10 euros es muy larga, comenzando por su fabricación en países subdesarrollados y en pésimas condiciones de trabajo.
Vale, ahora piensa: si consumiéramos moda sostenible de la misma manera en que consumimos fast fashion, ¿no crees que acabaría siendo lo mismo? A pesar de que algunas marcas implementen medidas más sostenibles, eso no cambiaría en absoluto la forma en que nos relacionamos con sus productos.
Por lo tanto, volvemos a lo mismo: si queremos cambiar la situación, no podemos simplemente optar por opciones más sostenibles, sino serlo nosotros también.
Volvemos a lo mismo: los consumidores somos los responsables de hacer que estas marcas sean o no sostenibles. Y podemos consumir este tipo de marcas desde un enfoque sostenible: no necesitas un pantalón diferente por temporada, ni comprar un nuevo conjunto para cada evento.
Comprando solo aquellas prendas que realmente necesitas y cuidándolas, puedes alargar su vida. ¿Se ha estropeado y tiene arreglo? ¡Arréglala! Y en caso de que no sea posible, recicla la prenda o dale una segunda vida como trapo.
Es cierto que, al aumentar la calidad de los materiales, el precio se eleva. Ahí sí que puedes tener razón, pero comprar ropa de segunda mano (siempre de forma responsable y no compulsiva) es una de las mejores opciones para iniciarse en este mundo.
Sí, pero no. Está claro que hay materiales mejores que otros, pero siempre es necesario conocer el origen de un material para saber si cumple con todas las condiciones para considerarse sostenible.
Desde dónde se siembra, qué tintes se utilizan, cómo y quién lo realiza… De nada nos sirve una prenda orgánica de tejido nacional si los tintes utilizados en su fabricación contaminan más que la propia prenda.
Si antes hablábamos de los mitos sobre la moda sostenible, ahora te damos algunos consejos que deberías tener en cuenta antes de optar por este tipo de prendas:
Las etiquetas son como la biblia de una prenda: no solo te dan indicaciones sobre el tallaje, los orígenes y los materiales de la prenda, sino que tienen toda la información detallada sobre su cuidado.
Si queremos hacer que nuestras prendas duren más tiempo, ayudando así a reducir nuestro consumo, tenemos que seguir las indicaciones de lavado y planchado de la etiqueta.
Muchas empresas deciden subirse al carro de la falsa sostenibilidad anunciando supuestos materiales o procesos que son sostenibles y de los que el consumidor recibe nula o prácticamente ninguna información.
Una empresa que no es transparente con su sostenibilidad es una bandera roja que debemos tener en cuenta y que, en la mayoría de las ocasiones, puede que sólo esté practicando Green Washing para engañar a sus clientes y consumidores.
Con esta lista de consejos, esperamos que a partir de ahora te resulte mucho más fácil dar el paso hacia un consumo de moda mucho más sostenible y comprometido con el medioambiente.
En definitiva, son nuestras pequeñas acciones como consumidores y un cambio en nuestra mentalidad los que provocarán grandes cambios para hacer de nuestro planeta un lugar mucho más comprometido y sostenible.
Desde EnergyGO estamos muy comprometidos con la sostenibilidad y con las pequeñas acciones diarias que podemos hacer para cambiar el planeta. Si tú también te quieres sumar, échales un ojo a nuestras tarifas de energía limpia y sostenible en nuestra web o llámanos al 900 622 700 y deja que te informemos.