Aunque solo se hable de lo que contaminan las empresas y de las acciones que toman los gobiernos en materia de emisiones, en realidad todos y cada uno de nosotros expulsamos CO2 a la atmósfera.
De acuerdo con datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, cada hogar español emitía (con datos de 2014) anualmente 12,5 toneladas de gases de efecto invernadero.
Es verdad que el solo el 10% más rico de la población elevaba la media con sus 28,6 toneladas, pero todos contaminamos al fin y al cabo. En aquel momento la comparativa reflejaba un aumento del 25% en las emisiones desde principios de los años 90. ¿Qué ha pasado desde entonces?
Las restricciones de la pandemia en 2020 por un lado, y el impulso que han vivido las energías renovables en detrimento del carbón en la última década, han permitido revertir los datos de forma importante.
A nivel acumulado España emitió unos 271,5 millones de toneladas de CO2 en 2020. Es decir, un 13,7% menos que en 2019, con la que supone la primera marca de contaminación inferior a lo recogido en 1990.
Distinguiendo entre fuentes de gases de efecto invernadero (GEI), el CO2 supone el 77,6% de la emisión de GEI, y el metano el 14,3%. Y si nos metemos a distinguir la actividad más contaminante:
Basta con echar un vistazo a estos datos para darse cuenta de que en realidad cada ciudadano sí puede contribuir a reducir los efectos del calentamiento global. En una medida reducida, pero al fin y al cabo mejorando la salud del planeta.
Para ello solo hay que concienciarse y más importante, responder a la pregunta del millón: ¿Cómo calculo mi hulla de carbono?
Antes de echar cuentas sobre nada, hay que entender bien qué es la huella de carbono. Todos tenemos una idea general de este concepto, pero pocos conocen exactamente lo que implica en el ámbito doméstico.
Tal y como la define Greenpeace, “la huella de carbono es una métrica ambiental que calcula la totalidad de las emisiones GEI generadas, directa e indirectamente, por una persona, un grupo, una organización, empresa o incluso un producto o servicio”.
Se mide en masa de CO2 equivalente (CO2e o CO2eq) porque es el gas más abundante de los denominados GEI, los que contribuyen al efecto invernadero. Dicha unidad, a su vez, se cuantifica por medio de toneladas o gigagramos (equivalente a 1000 toneladas).
Esta medida será la que verás en textos académicos y en los textos de compromiso que conforman pactos tan críticos para la supervivencia del planeta como el del Acuerdo de París.
Es importante conocer esto porque sin una unidad universal de medida sería imposible conocer el impacto de la actividad humana sobre el ecosistema. Y sí, esto también nos implica a las personas de a pie. ¿No te lo crees?
Tu alimentación, la forma en la que te mueves o los productos que comprar para limpiar tu casa afectan a la huella de carbono. Solo por usar un móvil ya estás emitiendo unos 95 kilos de CO2 a la atmósfera.
En pos de mejorar los indicadores de CO2 a nivel nacional, el Ministerio de Industria presentó hace ya algunos años una clasificación de los tipos de emisión. Es más, existe una calculadora pensada para empresas que solo funciona si se saben distinguir las emisiones propias.
Si has llegado hasta aquí ya te habrás hecho una idea de lo que tienes que hacer para calcular tu huella de carbono. Basta con analizar nuestro día a día e ir identificando todas las acciones que tienen un impacto sobre las emisiones:
No hemos hablado del transporte, de la tecnología que llevas en el bolsillo ni de muchas otras cosas. Pero es un buen punto de partida para apuntar hacia el groso de emisiones.
Teniendo todo esto en cuenta y apoyándonos en algunas herramientas gratuitas es posible calcular con cierta exactitud nuestra huella de carbono. Con esa cifra ya podremos empezar a cambiar nuestros hábitos para reducir el impacto que tenemos sobre la atmósfera.
Por suerte para calcular la huella de carbono no hay que ser científico ni saber resolver ecuaciones complicadas. En Internet existen bastantes herramientas gratuitas que realizan el cálculo por ti.
Lo único que vas a necesitar es conocer algunos datos básicos de tu consumo energético. Casi siempre suelen ser datos accesibles, aunque no está de más que hagas un listado con las cosas más importantes.
Aquí te dejamos listadas algunas de las webs más interesantes, aunque por supuesto que hay más. Quédate con la que te resulte más sencilla de utilizar. ¿Entiendes los datos que te muestra? Esa es la adecuada.
Calculadora Carbon Foot Print.
Calculadora Alcance 1+2 del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
En EnergyGO estamos comprometidos con el medioambiente. Por eso nos esforzamos cada día en ofrecer una electricidad 100% limpia y nacional. Si quieres poner tu granito en la lucha contra el calentamiento global, entra en nuestra web o llama al 900 622 700.