¿Qué es la deforestación del Amazonas?

23 Julio 2021 - Actualizado 04 Marzo 2022
Deforestación y quema de bosques

Cuando leemos o vemos en las noticias eso de que el Amazonas se muere, deberíamos tomarnos más en serio esta afirmación porque, si la selva amazónica se muere, el planeta se muere con ella. El nivel de dependencia que tiene la Tierra de esta región del mundo es mucho mayor de lo que podemos imaginar.

El problema es que los malos hábitos de consumo y las malas prácticas de quienes explotan esta superficie, a menudo de manera ilegal, están causando la pérdida progresiva y cada vez más acelerada de los bosques. ¿Por qué se muere el Amazonas? ¿Cuáles son sus mayores amenazas? ¿Qué importancia tiene este lugar para la supervivencia del ser humano? ¿Podemos hacer algo para salvarlo? En este post vamos a tratar de responder a todas esas preguntas. ¿Qué es la deforestación del Amazonas? ¿Estamos a tiempo de pararla?

¿Dónde se encuentra la selva amazónica?

La Amazonia es la región de Sudamérica en la que se encuentra la mayor selva tropical húmeda del planeta. En su mayor parte se encuentra drenada por el río Amazonas (de ahí su nombre), que es el más largo y caudaloso del mundo.

La selva amazónica cubre el 40% del continente sudamericano y se extiende por los siguientes países: Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Brasil, Bolivia, Guyana, Surinam y la Guayana Francesa.

Origen de la deforestación de la selva amazónica

La Amazonia pierde cada año enormes extensiones de selva debido al cambio climático, lo que implica una gran pérdida de biodiversidad y pone en peligro la supervivencia de los pueblos indígenas..

La deforestación y la degradación forestal ya se ha convertido en la selva amazónica en un problema crónico.

Desde los años noventa, la expansión de terrenos para la cría de ganado y para plantaciones de soja y de aceite de palma se han colocado como principales causas de la deforestación del Amazonas.

¿Qué provoca la deforestación en el Amazonas?

Detrás de la deforestación del Amazonas están la ganadería intensiva y la explotación de su inmensa riqueza. La conversión del terreno en plantaciones agrícolas y zonas de pastoreo, la construcción de carreteras, la extracción de madera y las actividades mineras son las principales causantes de la rápida evolución de la deforestación del Amazonas.

En muchas ocasiones, además, estas actividades son llevadas a cabo de manera ilegal, o, como poco, irregular, lo que agrava todavía más el problema.

La explotación económica del Amazonas está llena de irregularidades. Los madereros se las apañan para saltarse la ley y la tala ilegal es más frecuente de lo deseado en Brasil.

Además, detrás de la deforestación del Amazonas en Perú están las muchas canteras ilegales existentes, cuya presencia se ha incrementado en un 400% en las dos últimas décadas.

Atajar este problema es muy complicado por la gran cantidad de superficie de la que estamos hablando. Las mafias locales y la corrupción política toman el control donde las instituciones medioambientales tienen poco poder de actuación.

¿Cuánto se ha deforestado el Amazonas?

En los últimos cincuenta años se ha agravado el problema de la deforestación en el Amazonas a una velocidad nunca vista. En ese tiempo, se ha arrasado un 15% de la superficie mundial de vegetación, lo que equivale al territorio de España, Portugal y Francia juntas. Y sólo en el Amazonas se ha perdido cerca de un millón de kilómetros cuadrados de masa forestal, el equivalente a la quinta parte de su superficie total.

El problema se hace especialmente grave en Brasil, donde la deforestación del Amazonas es realmente preocupante. En este país, el 80% de la deforestación tenía como objetivo la expansión del pastoreo. Sólo hay que conocer un dato al respecto: junto con Estados Unidos, Brasil es el mayor exportador de carne del mundo, lo que quiere decir que el Amazonas lo estamos arrasando entre todos. A ello hay que sumar la producción de soja, destinada también al consumo de los países desarrollados. También Brasil es el principal exportador de este elemento, que se emplea principalmente como pienso animal.

Antes y después de la deforestación del Amazonas

Es imposible medir el enorme valor que tiene la selva amazónica como ecosistema y como barrera ante el cambio climático. La Amazonia alberga al 20% de las especies de flora del planeta, una biodiversidad que además tiene un alto valor en la regulación del clima mundial, ya que más de la mitad de sus 80.000 especies de plantas tienen un papel fundamental en el mantenimiento del ciclo del agua y en la regulación del clima.

Por todo ello, la selva amazónica -junto con los océanos- es el principal pulmón de la Tierra y un verdadero tesoro de nuestro patrimonio natural mundial. De ahí la importancia de tener claras las causas y consecuencias de la deforestación del Amazonas para poder buscar soluciones cuanto antes.

Cómo salvar al Amazonas

La conservación del Amazonas es una responsabilidad de todos, por eso se deben tomar medidas por parte de los gobiernos y de las empresas. Y, por supuesto, los ciudadanos tenemos también mucho que decir (y hacer). Si queremos dejar de escuchar noticias sobre la deforestación en el Amazonas, es necesario el compromiso de todos:

  • El Gobierno de Brasil ha de establecer políticas de cero deforestación con planes de reforestación o aplicación de medidas que tiendan a un bosque sostenible.
  • Cumplir los compromisos internacionales sobre medioambiente y derechos de los pueblos indígenas.
  • La Unión Europea debe aplicar sus medidas de desarrollo sostenible y acabar con el comercio de materias primas como la carne, la madera, el papel o la soja.
  • Priorizar productos desde las administraciones que no estén asociados a la destrucción de los bosques o a la violación de los derechos humanos.
  • Los ciudadanos han de comprometerse a adoptar estilos de vida y consumo más sostenibles.
  • Necesidad de adoptar dietas bajas en proteína animal, lo que significa consumir menos carne y más alimentos de origen vegetal, ecológicos y locales.

Entre todos podemos hacer lo posible por no destruir el hábitat de los animales y plantas que viven en el Amazonas. Es una cuestión de supervivencia, también del ser humano.

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