En verano es fácil climatizar el interior de una casa con ventiladores, aires acondicionados o los míticos “pingüinos”, pero ¿qué pasa si quieres estar fresquito en tu jardín? La mejor forma, además de la piscina claro, son las pérgolas bioclimáticas.
Sí, como lees, las pérgolas bioclimáticas son la última novedad para mantener tu jardín y terraza a una temperatura regulada sin tener que hacer obras ni una instalación muy complicada.
Las pérgolas bioclimáticas son pérgolas con lamas orientables de aluminio. Estas funcionan con manivela manual o motor para abrirse de forma automática para ajustarse en función de la luz, ventilación o protección que quieras.
Por lo general, una pérgola clásica que tiene todo el día la capa recta y sin espacio para que circule el aire. Esto genera un efecto invernadero debajo muy incómodo.
Sin embargo, con un modelo bioclimático podrás controlar la temperatura, sin importar como sea el clima, para que corra el aire y no se acumule el calor.
Si por algún casual llueve o nieva, puedes seguir disfrutando de tu espacio al aire libre sin miedo a mojarte. Estas estructuras cuentan con un sistema de desagüe en uno de los laterales. De esta manera el agua no se estanca y cae antes de que abras de nuevo las láminas.
Los modelos más premium cuentan con iluminación LED que te da la posibilidad de crear atmósferas ideales para disfrutar del buen tiempo durante la noche. Con la tira que rodea todo el perímetro de la pérgola tendrás el espacio iluminado y fresquito
Por si aún no te ha convencido, aquí traemos las mejores ventajas de las pérgolas bioclimáticas.
Las laminas motorizadas y orientables del techo hace que puedas regular la entrada de luz solar desde el máximo hasta la sombra completa. De esta manera, la temperatura que hay bajo la pérgola será la mejor para el veranito y además sin preocuparte del sol.
Además de poder regular cuánto aire accede, si hay rachas peligrosas con mucho aire, las lamas se cierran por completo y disminuyen la incidencia del viento sobre la estructura.
Otra de las ventajas de las pérgolas bioclimáticas es que, en el caso de que se ponga a llover, existe la posibilidad de cerrarse de forma hermética para que no pase el agua ni moje los muebles de la zona.
A diferencia de otros sistemas de protección en el exterior, las pérgolas bioclimáticas casi no necesitan a penas mantenimiento en comparación con las de madera (que necesitan tratamiento cada año) o los toldos (que no protegen del viento y con la lluvia se estropean).
Además, tampoco tendrás que preocuparte por la limpieza de la pérgola. A diferencia de los modelos con telas y demás, en este caso solo necesitarás agua y jabón neutro para limpiar los mástiles y las lamas.
No te preocupes, estas pérgolas no son una estructura fea de hierro que plantas encima de tu jardín o terraza sin armonía ninguna. Sea cual sea tu estilo, existe una pérgola bioclimática adaptada a tu hogar. Hay desde diseños minimalistas, modo marquesinas, porches, atemporales…
Estas pérgolas te aportan tanto sombra como frescor en el exterior y además también regulará la temperatura del interior de tu casa al impedir que entre el sol de forma directa. Esto siempre y cuando la instalación esté adosada o pegada a la pared del hogar.
Importancia a lo importante, ¿cuánto dinero te va a costar instalar una pérgola bioclimática? Barato no es, eso es cierto, pero la inversión merece mucho la pena. Teniendo en cuenta que las ventajas son temperatura, energía y dinero, deberías echarles un vistazo.
Es cierto que el precio dependerá de características como el espacio que ocupen, las dimensiones, los extras, las calidades… por eso mismo es mejor consultar a un profesional. Aun así, te diremos que el precio aproximado parte desde los 1000 hasta los 4000 euros.
El punto principal de hacerte con una pérgola bioclimática tiene que ver con sus lamas orientables y las ventajas que estas te aportan. Como gracias a su sistema pueden dar sombra mientras que al mismo tiempo crean corriente, no necesitarás tener por un lado la sombrilla gigante y por otro el ventilador.
Además, como señalamos antes, al bloquear la entrada de luz solar, tu salón, cocina o entrada estarán mucho más frescas y sin tener que activar el aire acondicionado todo el día. Por esto mismo la pérgola bioclimática es una pieza clave dentro del ahorro de energía.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía indica que el 49% de los hogares en España tienen aire acondicionado (y este dato no para de subir). Aunque no es lo peor del mundo, supone un aumento en el consumo energético y el coste que los hogares pagarán.
Por eso mismo, la instalación de una pérgola de este tipo es una alternativa sostenible que te aporta ventajas sin necesidad de consumir energía y además ahorrando dinero de tu bolsillo que está incluso mejor.
Como ves, estar a gusto en verano no tiene por qué estar reñido con el ahorro. Créenos, en EnergyGO sabemos mucho sobre eso. De hecho, te recomendamos que eches un vistazo a nuestras tarifas para que tu hucha siga creciendo. Entra en nuestra web o llama al 900 733 937 e infórmate.