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En los últimos años, las finanzas sostenibles han surgido como un elemento clave en la lucha contra el cambio climático. Es importante como consumidores que conozcamos e impulsemos esta mentalidad en las empresas, y por eso vamos a explicarte qué son estas finanzas y cuáles son sus retos para 2030.
Este enfoque busca alinear las decisiones financieras con el bienestar ambiental, social y económico, promoviendo inversiones que generen un impacto positivo a largo plazo. Sin embargo, el camino hacia unas finanzas completamente sostenibles está lleno de desafíos.
Con la vista puesta en 2030, el papel de estas finanzas será crucial para lograr cambios tangibles y alcanzar las metas globales. La colaboración entre los sectores público y privado será esencial para superar los obstáculos y aprovechar todas las oportunidades posibles.
En este contexto, es imprescindible explorar cómo este tipo de finanzas pueden convertirse en una herramienta para el desarrollo sostenible, al mismo tiempo que se enfrentan los retos que se aproximan en los próximos años.
Las finanzas sostenibles son el conjunto de decisiones en inversión tomadas valorando y basándose en factores sociales y ambientales. Este tipo de finanzas se centran en dos conceptos claves: el medioambiente y la sociedad.
Es una nueva forma de enfocar las finanzas, un cambio de mentalidad radical para el mundo financiero que, lentamente, se va adaptando para satisfacer las demandas y necesidades de un público cada vez más concienciado con el medioambiente.
Dentro del mundo de las finanzas sostenibles hay ciertos conceptos que debes conocer, y para que no te pierdas entre los diferentes términos asociados a este tipo de finanzas, vamos a explicarte los más importantes.
Una Inversión Socialmente Responsable (ISR) es un estilo de inversión que toma en cuenta criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo o ASG (de este término hablaremos más adelante). Su objetivo principal es contribuir a un desarrollo sostenible.
Los criterios ASG (ESG en inglés) son los que se emplean para evaluar el desempeño de una organización respecto a tres ámbitos de sostenibilidad: “A” de ambiente, “S” por social y “G” de gobernanza. El objetivo de usarlos es mejorar la sostenibilidad de una empresa.
Las empresas son cada vez más conscientes de las oportunidades que brinda priorizar este tipo de finanzas. Más específicamente, un 14% de las empresas españolas cuentan con una estrategia de finanzas o inversión sostenible.
Este porcentaje llega hasta el 20% entre las empresas españolas adheridas al Pacto Mundial y al 26% si nos referimos únicamente a grandes empresas. Además, un 20% de las empresas españolas tienen instrumentos de financiación o inversión ligados a la sostenibilidad.
En concreto, un 54% de las empresas afirma disponer de inversiones vinculadas a criterios de sostenibilidad y un 17% tiene bonos verdes. Entre los menos populares están los planes de pensiones sostenibles con un 5%.
Si estás interesado en invertir, siguiendo criterios de ética y sostenibilidad, tienes muchas opciones para hacerlo. Puedes optar por productos tradicionales en la gestión de activos, fondos ISR, planes de pensiones o bonos verdes y sociales.
Hay más opciones, pero estas son las más habituales. En todos los casos posibles, el objetivo es financiar empresas que sigan criterios éticos, negocios que cuiden del medioambiente y firmas empresariales que lleven a cabo programas solidarios.
Todas las organizaciones deben respetar los derechos de sus trabajadores y defender la igualdad dentro de su actividad, además de combatir el cambio climático.
Lo primero que debes hacer es elegir el criterio financiero que vas a seguir. Esto incluye determinar cuánto dinero quieres invertir y durante cuánto tiempo. Estudia cuánto riesgo estás dispuesto a asumir y cuál sería el rendimiento necesario para cumplir tus objetivos.
Después debes encontrar y elegir el producto adecuado. Te recomendamos que visites fuentes y publicaciones especializadas que puedan informarte sobre los tipos de fondos y las opciones que tienes disponibles. Es muy aconsejable que también tengas el apoyo de un asesor financiero.
Por último, una vez estudiadas las alternativas que mejor se adapten a tus criterios y circunstancias, debes compararlas para tomar una decisión final. Presta atención a las rentabilidades y condiciones de cada opción y súmate al cambio de esta nueva mentalidad en el mundo empresarial.
Algunos de los retos y desafíos a los que se enfrentan las finanzas sostenibles son varios, pero destacan especialmente tres de ellos. El primero es el de integrar a las pequeñas y medianas empresas en el ámbito de la sostenibilidad.
Es de vital importancia reducir la brecha existente entre empresas grandes y pymes. Otro reto para 2030 es el de impulsar la transparencia y la rendición de cuentas dentro de los mercados financieros en el aspecto de la sostenibilidad.
Por último, queda el desafío de establecer un lenguaje común para las finanzas sostenibles a nivel global y regional. Para este último reto se emplearían sistemas de clasificación unificados o taxonomías.
El mundo de las finanzas debe empezar a ser más sostenible. Desde EnergyGO creemos firmemente en la sostenibilidad de todos los ámbitos. Si quieres saber más sobre nuestras tarifas de energía verde, visita nuestra web o llámanos al 900 622 700 para conocerlas en detalle.