Lo has visto en mil y un terrazas pero nunca te habías decidido a ponerlo. O ya tenías pero ni pensabas en cambiarlo. Bueno, pues que sepas que el toldo es tu gran aliado para esquivar el calor y.... sí, también ahorrar luz en verano.
Este es un sistema clásico que nos protege de los rayos del sol y que también sirve como un escudo ante el calor que da el sol. De esta forma, puedes tener las ventanas abiertas o incluso estar en la terraza de tu casa incluso cuando da el sol.
Parece que todos los toldos sirven para lo mismo o que son iguales, pero nada más lejos de la realidad. Existen diferentes características que marcan mucho el uso de un toldo, y aquí te las traemos para que eches un ojo antes de cambiar el que ya tienes o hacerte con uno nuevo.
Es importante que antes de hacerte con uno, tengas claro si quieres enrollarlo tú manualmente o prefieres que se haga solo con un motor. Los tres tipos de funcionamiento son los siguientes:
Aunque parece que todas las ventanas de las casa son similares, no todas tienen la misma medida. No te preocupes porque los toldos parten de los 2,5 metros hasta los 6 metros y puedes decidir cuánto quieres (con números enteros y medios).
Ten en cuenta que la superficie del toldo tiene que ser siempre mayor que la zona que vas a sombrear. A la hora ya de escoger el ancho ten en cuenta que el sol pega de forma oblicua la mayor parte del día y que las medias se toman aparecen como “largo x avance”.
En el caso de un balcón, lo suficiente sería un toldo con proyección de dos metros, que dará un metro aproximadamente de sombra. Si tienes una terraza, lo más recomendable es un toldo con tres metros de proyección para disfrutar de dos metros de sombra.
Para elegir la medida del toldo y el material, es importante saber que depende de la orientación de tu casa. Esto influye por el nivel de insolación, la hora del día y más factores, así que es importante que tengas en cuenta lo siguiente:
De la misma forma que es importante el toldo, también lo es la estructura sobre la que está montada. Elegir el material adecuado te ayudará a conservar mejor el toldo y que dure muchos años. Lo mejor es optar por el aluminio o el acero para tener una estructura duradera.
El aluminio es el más ligero, resiste mejor el paso del tiempo y si estás en zona de costa o con humedad similar, el óxido no será un problema para la estructura. En el lado contrario está el acero, ideal para espacios protegidos del exterior porque no son tan resistentes.
Ojo, que este punto parece poco importante, pero es necesario remarcarlo ya que puede ser incluso el más importante de todos. La tela que tiene el toldo es importante por su resistencia, transparencia, peso y mucho más.
Si vives en un bloque de pisos, ten en cuenta que hay estatutos y normas para que todos sean del mismo tono, tamaño, color… En caso de que no esté tipificado en los estatutos, echa un vistazo a tus vecinos por si todos tienen el mismo o similar y busca uno parecido.
Lo más importante de la lona es que tape bien el sol y los rayos. Por eso mismo tienes que conocer los diferentes tipos que hay en el mercado.
Con toda esta información ya puedes comprarte el toldo ideal para tu vivienda. Ojo que aquí hay un factor muy importante e igual se te ha pasado: el ahorro de energía. Tener la vivienda bien aislada e impidiendo que, entre el sol, conseguirás una temperatura más baja sin usar el aire acondicionado.
Por tanto, no esperes más y ponte a buscar el mejor toldo para combatir el calor y aumentar tu ahorro. Desde EnergyGO te recomendamos que eches un vistazo a las tarifas de nuestra web o llames al 900 733 912 para vivir este verano con el gasto mínimo en luz.