En invierno, mantener la casa a una buena temperatura puede ser una odisea (tanto por el precio de los combustibles, como por el mantenimiento del equipo). Por eso, una solución para tener buenos resultados sin gastarnos demasiado dinero es comprar una estufa catalítica.
No, no han desaparecido, estas estufas de gas siguen en el mercado y son una buena opción cuando hay época de frío, pero no mucho. El motivo es que son un método muy económico y seguro para calentar espacios de tu casa de manera uniforme y reduciendo el consumo de otros sistemas.
Para escoger el modelo adecuado a tus necesidades, primero debes saber cómo funcionan, cuáles son sus características y qué las diferencia de otros métodos tradicionales.
Las estufas catalíticas son un tipo de estufas alimentadas por gas (bombona) que dan calor a través de un gran panel catalítico. Mientras que las estufas comunes queman el gas, en cambio, las catalíticas tienen un panel que calienta el aire de la sala, habitación, o espacio.
Las estufas catalíticas expulsan el gas a través de una esponja. Este, con la acción de una chispa prende una pequeña llama que calienta la placa. Estos aparatos emiten menos calor mediante radiación porque la temperatura de su combustión también es menor.
En cambio, como es una combustión más repartida, emite más calor por convección que las otras estufas presentes en el mercado.
Uno de los puntos más importantes a la hora de elegir un electrodoméstico o sistema de calefacción es su consumo, al fin y al cabo, si es barato, pero consume mucho, de nada vale.
En el caso de las estufas catalíticas (dependiendo de su potencia) pueden calentar un espacio de 25 metros cuadrados con un consumo de 200 gramos por hora.
Teniendo en cuenta que (aproximadamente) el kilo de butano cuesta 1,50 euros, el consumo de una estufa catalítica en euros sería de 30 céntimos a la hora.
Esto puede variar en función de la potencia que elijamos y la estancia en la que decidamos colocarla, de la misma forma que la calidad del aislamiento (que influye más de lo que parece).
Es cierto que estas estufas no son tan conocidas como las de gas de toda la vida, pero eso no quiere decir que sean peores, al contrario. Conoce a fondo estos modelos y reduce tu gasto en calefacción a final de mes.
Por lo general, las ventajas de las estufas catalíticas empiezan por que calientan el aire de una forma más rápida y uniforme. Aunque a priori si te pones delante de ellas no notarás tanto el calor, al cabo de unos minutos podrás ver cómo sube la temperatura de tu salón con apenas esfuerzo.
Como necesitan menos combustible para calentar la estancia, la bombona te durará mucho más tiempo, lo que quiere decir que son también más económicas. De hecho, frente a una de sus principales rivales (estufa de gas azul) su consumo es mucho más contenido, por lo que te ayudará a ahorrar.
Un punto importante es la seguridad, y estos modelos la garantizan al máximo. Como su combustión es a menor temperatura, no habrá tanto riesgo de quemaduras por accidente con alguna persona o animal si acerca demasiado a la estufa.
Además de esto, son mucho más portátiles gracias a su menor peso, la incorporación de asas y ruedas facilitan su movilidad por toda la casa.
Para que entiendas bien en qué se diferencia un modelo del otro y comprar el que mejor se adapte a ti, ten en cuenta estas consideraciones
La estufa catalítica calienta un espacio de hasta 25 metros cuadrados dependiendo el modelo. Mientras tanto, las de llama azul llegan hasta los 35 m2. Por tanto, si quieres calentar un espacio más grande, mejor opta por la segunda.
Otra diferencia aparece en la forma de calentar. Mientras la estufa catalítica calienta objetos y el aire de forma indirecta, la de llama azul emite calor más rápido a través del aire. Esto se da por su diferente funcionamiento, mientras la catalítica lo hace por radiación la de llama azul usa quemador.
La potencia es importante porque influirá en el tiempo que tardará la estufa en calentar el espacio que quieras calentar. Eso sí, no compres una gigante para una habitación pequeña “por si acaso” o viceversa, porque estarás gastando dinero sin ser eficiente.
Por lo general, la potencia recomendada para espacios pequeños es desde los 1800W para abajo. En cambio, aquellas habitaciones medianas o grandes necesitan una estufa que tenga como mínimo 2500W para calentarse.
Un punto primordial en estos aparatos es la seguridad. Es verdad que las estufas catalíticas son más seguras y muchos modelos incluyen mecanismos automáticos de detección de gases. Aun así, no está de más conocer los peligros y principales consejos de uso para evitar sustos.
Lo primero de todo es que la estufa esté limpia, por lo que antes de la época de frío es recomendable que revises el funcionamiento y realices un correcto mantenimiento. Si los conductos o la salida del gas está sucia, puede causar problemas.
Controla la salida del gas, que no aparezcan llamas de colores extraños y que no se apague sola por falta de combustible. Esto puede causar una salida de gases nocivos que, al no ver la llama, pensamos que no están ahí.
Como es lógico, ten la estufa alejada de materiales inflamables (muebles, cortinas, botes de laca, etc.) y colócalos lejos del alcance de los niños, por si los cogen por accidente los colocan cerca de la placa.
Presta atención a los interruptores de salida de gas y a la llave de la bombona para no consumir combustible a lo tonto porque el botón esté atascado o no cierre bien la llave del gas.
Cuando utilices la estufa catalítica durante un largo periodo de tiempo, abre las ventanas para ventilar. En el caso de que huela demasiado a gas, lo mejor es apagarla al momento y no encender ni cerillas ni cigarros e incluso tampoco luces que irradien demasiado calor.
Por último, pero no menos importante, no duermas con ella encendida y no la coloques en las habitaciones de los más pequeños. Inhalar durante un largo periodo de tiempo este gas puede tener graves consecuencias.
Siguiendo estos consejos y teniendo en cuenta cuáles son sus ventajas, con una estufa catalítica podrás pasar un otoño e invierno calentito sin gastar mucho dinero y siendo eficiente. Si quieres llevar ese ahorro a todo tu hogar, nosotros te ayudamos.
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