Un extintor de CO2 es uno de los elementos de seguridad más importantes de los bloques de pisos o negocios. Poca gente sabe en realidad por qué contamina menos y los usos que puedes sacarle.
Existen varios tipos de extintores, según el material del que estén fabricados: de agua pulverizada, espuma, polvo ABC… Cada uno de ellos tiene unas características diferentes y contaminan en distinta medida.
Uno de los extintores que destaca entre los demás es el de dióxido de carbono, aunque pueda aparentar lo contrario, pero ¿por qué es el más recomendado? ¿Cuáles son sus características? Te lo contamos.
Los extintores utilizan como base el dióxido de carbono ya que tiene unas excelentes propiedades aislantes del fuego. Este tipo de gas no entra en combustión y es muy eficaz a la hora de apagar fuegos.
Este tipo de extintores guardan el dióxido de carbono en estado líquido, pero cuando entra en contacto con el aire a temperatura ambiente vuelve al anterior (el gaseoso).
Una de las propiedades más características que tiene este tipo de extintor es que no necesita un gas impulsor. Es decir, con la presión que genera en el recipiente le basta para salir y apagar el fuego.
Este tipo de extintores es especialmente recomendado bajo unas condiciones específicas. En particular, se utiliza en zonas donde hay corrientes eléctricas, ya sea en una casa, cocina, oficina o aparcamiento.
Ya que el dióxido de carbono no es un material conductor, la electricidad no pasa hacia estos lugares. De esta manera se consigue aislar el incendio y que no se reproduzca por el sistema eléctrico.
Puede apagar los incendios de distintas formas. La primera de ellas es eliminando el oxígeno presente en las llamas, desplazándolo y haciendo que el fuego se extinga.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta que el líquido y sus partículas salen propulsadas a temperaturas muy bajas. De esta manera son capaces de enfiar el fuego y hacer que sea menor o desaparezca.
También existe la posibilidad de que el gas propulsado entre en contacto con la llama y la propia onda expansiva acabe con el fuego. No es tan habitual, pero sucede bastantes veces.
Antes de nada, debes saber que hay diferentes tipos de fuegos. Estos dependerán del material en el que se produzca la llama, así que el método con el que apagarlos puede ser diferente.
El extintor de CO2 es muy polivalente, ya que es útil tres de los cuatro tipos de incendios posibles. Hablamos de los que se producen en líquidos o gases combustibles e inflamables, los que están relacionados con aparatos eléctricos y los que son de naturaleza orgánica.
Cuando se utiliza un extintor de CO2 suceden varias cosas a la vez. La primera de todas es que el oxígeno es sustituido por este gas, así que la llama pierde su fuerza y desaparece.
Además, el cambio de temperatura que experimenta la habitación hace que se cree cierto grado de condensación en el agua presente. De esta manera, la humedad también ayuda a acabar con el fuego.
Si se utiliza otro tipo de extintor (como puede ser el de agua o polvo) en una zona con aparatos electrónicos, es muy probable que terminen por estropearse una vez apagues el fuego.
Lo más normal es pensar que al estar basado en el dióxido de carbono, este tipo de extintor sea muy perjudicial para el planeta. Nada más lejos de la realidad, es uno de los menos contaminantes con diferencia.
Precisamente, el dióxido de carbono no deja ningún tipo de residuo cuando se utiliza en estos casos. Aparte de que sea beneficioso para el planeta, te evitará una limpieza al acabar de usarlo.
No es un gas tóxico para el ser humano, aunque si que tendrás que gastar cuidado en espacios cerrados. Esto debido a que el ser humano solo puede soportar hasta un 6% de CO2 en el aire.
Otro de los apartados que convierten a este tipo de extintor en uno de los menos contaminantes es su vida útil. Si se realiza un buen mantenimiento, es posible que puedan usarse por 20 años.
De esta forma se evita que se fabriquen más, lo que perjudica el medioambiente de forma indirecta. Uno de los principales factores de los que depende la vida útil será realizar un buen mantenimiento y hacer las revisiones periódicas estipuladas.
Por último, recordarte que siempre que vayas a usar un extintor de dióxido de carbono recuerdes evacuar a todas las personas que se encuentren en la habitación o casa.
Una vez tengas todo controlado, puedes abrir ventanas y puertas para que se ventilen los gases que se han atrapado en tu hogar. Eso sí, ten mucho cuidado si el fuego se produce por metales o productos químicos, ya que este tipo de extintor puede perder su efectividad.
Elegir un buen extintor te puede salvar la vida, además, con los de dióxido de carbono estás ayudando al medioambiente de forma indirecta. En EnergyGO nos importa tu salud y la del planeta, si quieres seguir informándote entre en nuestra web o llama al 900 622 500.