Trucos y Consejos
Tipos de cables eléctricos: cómo diferenciarlos por colores
Aunque es el componente más presente en los hogares, muchas personas siguen sin saber qué papel tienen en la instalación eléctrica.
Es lo más habitual y también lo más peligroso. Surge un problema eléctrico en casa, y lo primero que se intenta, antes siquiera de consultar en Internet o de llamar a la distribuidora, es arreglarlo por cuenta propia.
Sin embargo, muchas de estas situaciones no terminan resolviéndose sin realizar ningún desembolso extra. Tratar de ahorrar en reparaciones eléctricas suele revertir en perjuicios mayores a largo plazo. Y no en cuestión de daños estructurales.
Un error manipulando el cuadro eléctrico, un enchufe o un electrodoméstico averiado puede derivar en electrocuciones, chispazos o quemaduras. Por eso tanto las organizaciones de consumidores como las empresas del sector recomiendan no tocar nada en caso de dudas
A pesar de ello, de acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Consumo publicado en 2013, unos 6 de cada 100 españoles sufren accidentes domésticos cada año. En torno al 10% de los hogares se enfrenta a este tipo de problemas en algún momento.
Durante la pandemia, el confinamiento disparó los datos de accidentes domésticos nada menos que un 30%, según refleja la aseguradora Acierto.com. Hoy, los accidentes domésticos son la cuarta causa de muerte en Europa.
Es verdad que no todo se debe a electrocuciones (solo un 10%), y que muchos de estos casos se explican por caídas o golpes, pero la electricidad sigue formando parte de las estadísticas. No es un problema menor, que eso sí, tiene solución.
“La falta de percepción del riesgo es uno de los motivos por los que suceden los accidentes, es decir, la mayoría de las ocasiones creemos que eso no nos puede ocurrir a nosotros, que todo está bajo control y no tomamos medidas hasta que sucede”, señala David Revillo de Muprespa.
Con este artículo queremos justo evitar eso. Que puedas identificar correctamente una situación peligrosa cuando te encuentres con algún problema eléctrico en casa. Ese enchufe quemado puede no parecerte amenazante, pero un foco importante de accidentes.
Antes de nada ponte en contacto con tu distribuidora. Ella sabrá decirte cuál es el problema y si puede solucionarlo de forma remota. De lo contrario, enviará a un profesional cualificado para que lo solucione.
Para hacer esto, claro, has de haber evaluado correctamente el problema. Ya que, si no te parece muy grave, intentarás arreglarlo tu sin tomar las medidas de prevención necesarias. Aquí te dejamos algunas generales, sin discriminación de seguir delegando en un tercero:
Baja el interruptor general del cuadro eléctrico. Eso lo primero. Después revisa toda la instalación en busca de otras posibles fuentes de energía.
“El corte será efectivo cuando exista una distancia de seccionamiento entre los polos del elemento de maniobra suficiente como para que, la resistencia eléctrica entre polos sea mayor que la resistencia eléctrica entre cualquier polo y tierra o masa”, indican desde Segurmanía.
Entre las herramientas que puedes emplear para ello están los ruptores (unos interruptores aptos para el seccionamiento), los fusibles retirados de sus bases o los seccionadores pantógrafos.
Todos los interruptores seccionadores deben funcionar mecánicamente para garantizar que el cierre es seguro. Revisa bien que no haya baterías o cualquier otra fuente de energía auxiliar, aunque sea poco probable.
En cualquier caso, avisa a algún familiar o amigo antes de empezar la maniobra, y vuelve a contactar con él cuando hayas terminado. No subestimes una toma fundida o cualquier otro problema menor.
Vuelve a comprobar una vez más que no hay corriente. Hazlo probando interruptores y usando un amperímetro si tienes en casa. Después tendrás que provocar un cortocircuito intencionado.
Es decir, coger las tomas activas de la zona conflictiva y conectarlas entre ellas. “Los dispositivos de toma a tierra y en cortocircuito serán capaces de soportar la corriente del punto de la instalación donde vayan a ser conectados”, señala.
“Hacerlo de esta manera, supone que la zona de trabajo quedará protegida frente a puestas en tensión accidentales por conexión de generadores, fallos de aislamiento o caída de conductores de instalaciones en servicio”.
Si todo lo anterior te parece demasiado complicado es porque seguramente no estés preparado para reparar la instalación eléctrica. Igualmente, hay otras muchas recomendaciones más de “andar por casa” que sí podrás seguir sin haber estudiado la profesión.
Eso, por encima de todo, pasa por realizar un mantenimiento correcto de todos los componentes del hogar. Los expertos aconsejan hacerlo al menos una vez cada 5 años, mirando cable por cable con mucho cuidado.
Además, deberás asegurarte de que la instalación cumple con los requisitos básicos. Es decir, que la cocina y el baño cuentan con una toma de tierra, y que en estas estancias los enchufes están a más de un metro de los grifos y el resto de tomas de agua.
Si aún así sigues teniendo dudas, contacta con nosotros. En EnergyGO estaremos velando por tu seguridad respecto a cualquier problema con la instalación eléctrica.
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