Cuando hablamos de ácido, podemos hacerlo de varias cosas, como de un sabor o de un tipo de humor, pero… ¿sabríamos definir lo que es un ácido? Sí, sabemos que el sulfúrico es altamente corrosivo, pero ha llegado el momento de saberlo todo sobre este tipo de sustancia.
El ácido es un compuesto químico, pero no uno en concreto. Se llama ácido a toda sustancia química que, al ser diluida en agua, hace que el pH de esta se quede por debajo de 7. Esto ocurre, tal y como afirmaron Johannes Nicolaus Bronsted y Thomas Martin Lowry, porque el ácido ‘dona’ un catión hidrógeno a toda base con la que se mezcla.
¿Es corrosivo el ácido? Sí, pero en distinta medida en función del tipo. Los ácidos como el cítrico, como el de las naranjas y limones, o el acético del vinagre, por ejemplo, se comen el brillo del sueño si caen en él sin diluir. Sin embargo, apenas afecta a nuestra piel. Sin embargo, el ácido clorhídrico de nuestro estómago es el que posibilita el proceso de digestión al disolver los alimentos que ingerimos. Y el ácido sulfúrico… a ese mejor ni acercarse a no ser que vayamos debidamente protegidos.
El ácido es un elemento crucial para multitud de tareas cotidianas. Por ejemplo, lo encontramos en los electrolitos de una batería. De hecho, las de los coches funcionan precisamente gracias al ácido sulfúrico. Además, el sulfúrico se utiliza en tareas como el procesamiento de minerales o la elaboración de zinc. Por otro lado, el ácido nítrico, mezclado con amoniaco, da como resultado un fertilizante tan utilizado como el nitrato de amonio.
Sin duda, se trata de sustancias que hay que manejar con cuidado, pero que bien aplicadas pueden aportarnos multitud de ventajas.
Aunque creemos que los ácidos son elementos químicos de laboratorio, lo cierto es que están mucho más presentes en nuestras vidas de lo que pensamos.