Administración de recursos

Si no tienes muy claro a qué se refiere alguien cuando habla de administración de recursos naturales, has llegado sin duda al lugar indicado. Esta vez vamos a centrar nuestros esfuerzos en dejaros muy claro qué quiere decir este concepto, ¡hoy no te irás de aquí sin saberlo!

¿Qué es la administración de recursos naturales?

Las empresas, sean del tipo que sean, cada vez son más conscientes del daño que sus actividades están haciéndole a nuestro planeta. Ojo, que para ser nocivo para la Tierra no hay que ser una gran multinacional para ello… cualquier empresa de pueblo contribuye a ello con sus emisiones a la atmósfera, vertidos a los ríos, etc.

Administrando los recursos naturales con sabiduría no solo conseguimos un equilibrio saludable con el entorno que rodea a nuestra compañía. Además, aunque haya quien aún no se lo crea, le ahorramos un buen dinero a nuestra empresa, que nunca está de más. Por desgracia, los recursos naturales son bienes limitados, lo que quiere decir que van encareciéndose conforme vamos consumiéndolos. Si somos capaces de encontrar alternativas factibles, más abundantes en la naturaleza y menos nocivas, también gastaremos menos capital en ellas, ¡es la pescadilla que se muerde la cola!

Formas de utilizar mejor los recursos naturales

Cuando hablamos de administrar mejor los recursos naturales se nos viene el mundo encima, ¿por dónde empezamos? Pues, por ejemplo, cambiando toda la flota de vehículos de nuestra empresa por dispositivos eléctricos. Cierto, para transportes de largo alcance aún es algo pronto, pero ya hay motocicletas, turismos y pronto habrá furgonetas y camiones de bajo tonelaje a nuestra disposición, ¡esto avanza que da susto!

Otra de las cosas que podemos hacer para administrar mejor nuestros recursos es empezar a reciclar materiales. Puede que podamos volver a utilizarlos, y si no hay empresas especializadas que convierten nuestros desechos en energía limpia. Lo mejor es someterse a una auditoría ambiental y ver cómo podemos mejorar en este sentido. Cuesta muy poco, ¡y los beneficios no podrían ser más altos!