Como sociedad la verdad es que nos ha costado, pero con el tiempo hemos ido siendo más conscientes del mundo que nos rodea. Es por eso que cada vez es más normal mantener conversaciones en las que destacan conceptos como la biodiversidad, pero… ¿sabemos a ciencia cierta a qué nos referimos cuando hablamos de biodiversidad?
Si nos vamos al diccionario de la Real Academia Española, nos dan una definición, como dirían los futboleros, ‘cortita y al pie’. Según este organismo, la biodiversidad es la “variedad de especies animales y vegetales en su medio ambiente”. Es decir, no se centra en un único ser, ni en una única naturaleza. La biodiversidad de un ecosistema es toda vida que este alberga, ya sea animal o vegetal, y cómo interactúan estas entre sí. Contar con la fortuna de tener acceso a una biodiversidad tan amplia como la de la Tierra es lo que nos permite tener alimentos, elaborar medicinas o producir energía, aspectos que nos hacen la vida mucho más sencilla. De hecho, más que sencilla, diríamos que posible.
De ahí que la pérdida de biodiversidad sea un problema que tiene a nuestros científicos más que preocupados. La amplia gama de recursos naturales que tenemos a nuestra disposición nos han permitido evolucionar como especie y llegar a lo que somos hoy, pero… ¿qué pasaría si llegásemos a extinguirlos por completo?
Cuando nos dicen que una especie animal está a punto de extinguirse, o que ya lo han hecho varias especies vegetales, lo vemos algo de lo más habitual. Llevaban sobre la tierra miles de años y lo más probable es que nuestra actividad haya sido la detonante de su desaparición. ¿Pero somos realmente conscientes de lo que perdemos? Puede que, sin ir más lejos, una de las plantas que ha desaparecido de una década a esta parte guardase en su interior el remedio contra el dichoso coronavirus llegado desde Wuhan.