¿Qué son las bombillas incandescentes?

La bombilla incandescente es el tipo de bombilla más tradicional. Se trata de una bombilla eléctrica que está compuesta por un filamento por el que pasa la corriente eléctrica. Cuando este elemento recibe la energía de la electricidad se calienta a una alta temperatura hasta que se vuelve incandescente. El resultado de este proceso es que se produce la luz.

¿Cuál es la función de la lámpara incandescente?

La función principal de la lámpara incandescente es aportar luz. De hecho, este tipo de lámparas están presentes en muchos alumbrados. Su principal prestación es que no requieren un gran mantenimiento, aunque hay que tener en cuenta que su vida útil es corta en comparación con otras bombillas más avanzadas.

Los avances técnicos y el desarrollo de nuevos tipos de bombillas han provocado que la lámpara incandescente solo se utilice en lugares que no requieren mucha iluminación. Aun así, este tipo de lámparas sigue aportando prestaciones interesantes. Entre ellas se encuentran que no necesitan ningún elemento auxiliar para funcionar, se regulan fácilmente y se encienden al instante. Además, su coste es muy bajo.

Tipos de bombillas incandescentes

Partiendo de la base de que todas las bombillas que están formadas por filamento que emite luz al calentarse con el paso de la corriente eléctrica son incandescentes. Existen diferentes tipos de bombillas incandescentes.

Entre ellas se pueden encontrar las lámparas incandescentes halógenas que se caracterizan por estar formadas por focos muy pequeños que tienen mucha potencia. La gran ventaja que aportan respecto a las bombillas incandescentes tradicionales es que consumen mucha menos energía y aportan un 40% más de luz.

También se encuentran las bombillas LED, que son las bombillas que tienen la vida útil más larga del mercado, llegando a las 50.000 horas. Además, emiten una luz potente y son muy eficientes, pero su precio es mucho más elevado.