Los equipos de autoconsumo han alcanzado una gran popularidad en el mercado actual. Eso se debe a que generan la energía aprovechando fuentes inagotables como el sol y sin dañar al medio ambiente. Además, pueden proporcionar la energía por un precio más bajo de lo habitual. Pero esos equipos tienen que estar debidamente identificados y el código de autoconsumo (CAU) es el que permite hacerlo.
El código de autoconsumo (CAU) es un conjunto de dígitos que se asigna a todas las instalaciones de autoconsumo que quedan registradas. Sirve para que esa instalación y todos los puntos de consumo que se asocian a ella puedan ser identificados. Este código es aportado por la distribuidora eléctrica a la que está conectada la instalación. Para obtener este código tan solo hay que contactar con la comercializadora a través de su teléfono de atención al cliente.
El código de autoconsumo está formado por 26 dígitos y es único y exclusivo para cada instalación y para todos los puntos que se asocian a la misma. Además, en ese sentido hay que destacar que el CAU y el CIL son dos códigos diferentes, ya que el segundo únicamente se usa en las instalaciones que generan excedentes de energía que tienen que ser cuantificados y liquidados.
El código de autoconsumo tiene que ser solicitado por la empresa que realiza la instalación a registrar y para ello tiene que realizar un trámite en el que aporte una serie de datos concretos. Posteriormente, la distribuidora eléctrica es la que recibe y evalúa esos datos.
La información que tiene que enviar la entidad son la dirección de la instalación, la potencia que genera la misma, el hecho de si se trata de una instalación que genera o no genera excedentes. Por otro lado, debe indicar si se trata de una instalación que aporta un autoconsumo individual o colectivo.
Meta: El código de autoconsumo es un identificador que se asigna a las instalaciones de autoconsumo y a todos los puntos de consumo que se asocian a ellas