Cada vez es más habitual escuchar hablar de combustible ecológico. Sobre todo ahora que nuestro país, España, ha adquirido el compromiso de que, para el año 2050, el 100% de la energía utilizada en nuestro territorio debe provenir de fuentes renovables. Eso sí, ¿tenemos claro qué es un combustible ecológico y qué no? En esta entrada saldremos de dudas de una vez por todas. Id acostumbrándoos a los combustibles ecológicos, ¡en unos años serán los únicos a los que tendremos acceso!
Un combustible ecológico es todo aquel que proviene de la naturaleza y no deriva del petróleo. Los combustibles fósiles no solo son finitos; además, los gases que emiten a la atmósfera hacen un daño terrible a nuestro planeta. Sin embargo, los combustibles biológicos no solo cumplen con el mismo objetivo que los fósiles, sino que además son limpios e infinitos. Es decir, la naturaleza no deja de producirlos, y lo hace a una velocidad que permite que sean fácilmente reemplazables. Utilizando combustibles biológicos no solo contaminaremos menos, sino que ahorraremos un pico, algo que, a buen seguro, también influirá positivamente en esta transición.
Mientras que los combustibles fósiles tienen pocas variantes, existen multitud de combustibles biológicos, cada vez más. Estos intentan aprovechar al máximo distintas fuentes de energía, y aquí os dejamos algunos de los mejores ejemplos: