Lamentablemente, durante los últimos años hemos tenido que escuchar hablar en muchas ocasiones de crisis ecológicas en España. Eso sí, ¿somos capaces de diferenciar una crisis ecológica de una catástrofe ecológica? Hay ocasiones en las que las cosas nos suenan, pero no terminamos de acertar a decir a ciencia cierta qué significa algo que, por otro lado, resulta de lo más cotidiano. No, una crisis y una catástrofe ecológicas no son lo mismo, y en esta entrada vamos a abordar precisamente la primera parte para que quede clarinete. Se acabó el confundir estos conceptos que, aunque se parecen… ¡no son lo mismo ni de lejos!
Aunque nos suena a algo muy distinto, una crisis ecológica sucede cuando el ambiente o las condiciones de una especie o población en concreto cambian de forma drástica hasta el punto de poner en peligro su subsistencia. Nada tiene que ver, por ejemplo, con la catástrofe ecológica del hundimiento del Prestige en las costas gallegas. Las causas de una crisis ecológica pueden ser muchas, pero hay algunas que suelen repetirse con cierta asiduidad:
Aunque creemos que no nos tocará nunca, lo cierto es que vivimos una crisis ecológica detrás de otra. La forma más clara de verlo es con la escasez. La escasez repentina de un alimento específico, o de una materia prima determinada, suele responder a una crisis ecológica que, si bien no suele terminar en extinción, sí que hace que la producción del mismo se tambalee durante no poco tiempo.