Cuando hablamos de diversidad, podemos estar hablando de una gran variedad de cosas, pero… ¿a qué nos referimos cuando hablamos de diversidad desde un punto de vista ecológico? Hoy, en EnergyGO, os contamos qué es la diversidad y por qué es tan importante para nuestro planeta.
La palabra diversidad indica que dentro de un todo puede haber gran variedad de cosas diferentes. Por ejemplo, si hablamos de diversidad ecológica, estamos haciendo referencia a la variedad interna de cada ecosistema. ¿Y si hablamos de biodiversidad? Entonces, estamos haciendo referencia tanto a los seres vivos de un ecosistema concreto como a las relaciones entre ellos.
Vivimos en un mundo lleno de diversidad, aunque no es menos cierto que las actividades humanas están limitando cada vez más dicha diversidad. Todos los años nos despedimos irremediablemente de numerosas especies, tanto animales como vegetales.
Cuando se analiza el concepto de diversidad desde un punto de vista ecológico aparecen tres modalidades que están relacionadas con la propia naturaleza y con la actividad humana.
El primer tipo es la diversidad genética que se basa en la propia composición genética que es diferente en cada planta o animal. Esta modalidad de diversidad ha sido muy útil para los agricultores que han podido llevar a cabo sus cultivos teniendo en cuenta las propiedades de cada planta. Esos conocimientos han contribuido a aportar el alimento necesario para la especie humana.
Otro tipo es la diversidad de especies, que hace referencia a la cantidad de especies animales que se encuentran en un territorio concreto. Esta diversidad influye en los sistemas de gestión del agua, en la producción alimenticia y en la agricultura. Generalmente, las hábitats que cuentan con mayores niveles de diversidad son más productivas. Además, las especies que habitan en esos ecosistemas suelen tener una mayor capacidad de adaptación.
Finalmente, se encuentra la diversidad de ecosistemas, esta modalidad se centra en la cantidad de hábitats y de ecosistemas distintos que se desarrollan en una zona determinada. En los cinco continentes se pueden encontrar países que tienen zonas desérticas, zonas tropicales o grandes áreas costeras.
La diversidad ecológica mide diferentes aspectos que forman parte de un ecosistema. Entre ellos se encuentran la cantidad y la variedad de organismos vivos que habitan en él. También refleja la diversidad genética que está presente en una misma especie o que destaca respecto a otras especies y ecosistemas.
Las mediciones de diversidad ecológica se pueden usar para elaborar planes destinados a la protección animal como el cuidado y la conservación de los insectos, que son esenciales para el equilibrio ambiental. También son muy útiles para proteger los entornos naturales y para regular la actividad humana con el objetivo de evitar que esta dañe al medio ambiente.
Preservar la diversidad ecológica es tan sencillo, y tan complicado, como empezar a respetar la naturaleza desde ya. Y es que muchas de las costumbres que hemos ido adquiriendo con los años son altamente perjudiciales para la naturaleza, pero también muy fácilmente corregibles.
Por ejemplo, dejando de regalar animales salvajes como domésticos. No todas las especies se adaptan bien como mascotas, por no hablar del daño que le hacemos a su entorno quitándolas de allí. Otra de las cosas que no debemos hacer nunca es extraer plantas de su entorno para llevarlas a casa, por muy bonitas que sean. Detalles tan pequeños como estos son determinantes para muchas de las especies a las que aniquilamos anualmente y, por lo tanto, para conservar intacta la diversidad de nuestro planeta.