La energía verde es un tipo de energía renovable que tiene un origen natural y que además es inagotable. Este rasgo se debe a que los recursos naturales de los que procede aportan una cantidad inmensa de energía o se pueden regenerar de una forma totalmente limpia.
Cada vez más países optan por utilizar este tipo de energía. Un ejemplo es el de la energía verde en España que, según los datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio aportó el 40% de la demanda de energía total del estado durante el año 2020.
Actualmente se pueden encontrar hasta 7 tipos distintos de energías verdes. Una de las más destacadas es la energía solar que se emplea para producir electricidad o energía térmica. Para obtener esta modalidad de energía se suelen utilizar paneles fotovoltaicos que se encargan de captar y almacenar la radiación solar para ser posteriormente transformada en la energía que se pretende consumir. Hoy en día cada vez más edificios llenan sus tejados de colectores solares destinados a aprovechar la energía del astro rey.
La siguiente modalidad es la de la energía eólica que se obtiene de la fuerza del viento y de las corrientes de aire que son captadas por los aerogeneradores, más conocidos como molinos de viento, y que posteriormente son transformadas en electricidad y otros tipos de energía. La energía hidráulica también se emplea para producir electricidad, pero en este caso se aprovecha la potencia acumulada que se genera en los saltos de agua utilizando turbinas que mueven un generador de gran tamaño.
Un tipo de energía verde que ha experimentado un gran crecimiento es la biomasa. Esta modalidad se obtiene provocando fenómenos como la combustión, la fermentación o la gasificación de algas, restos de animales o determinadas plantas. Otra variación, similar a la hidráulica es la maremotriz que utiliza un transformador para convertir en electricidad la energía generada por el movimiento de las mareas marinas.
Finalmente se encuentra la geotérmica que aprovecha el calor que se genera en el interior del planeta. Este calor es transmitido a la superficie terrestre a través de los cuerpos de roca caliente en los que se producen diferentes procesos naturales como la interacción de rocas y fluidos que crean los propios sistemas geotérmicos.
Estas siete modalidades pueden servir de ejemplos de energía verde. Además, se podría añadir el biogás que es un tipo de combustible que surge como producto de la degeneración natural de la materia orgánica.