Un incendio forestal es la causa principal de la destrucción de los bosques del planeta, pero un fenómeno de estas características no sólo tiene consecuencias para el medioambiente.
Un incendio forestal es el fuego que se extiende sin control en un terreno forestal o silvestre, afectando a la flora y fauna del lugar.
Se trata de un fuego de gran magnitud que se propaga por una zona formada, principalmente, por árboles. Se caracteriza porque se extiende con mucha rapidez por una zona amplia y puede cambiar de dirección de forma repentina e incluso sortear obstáculos como ríos y carreteras, lo que hace que sea todavía más destructivo.
Hay tres elementos necesarios para que se produzca un incendio forestal:
Un incendio de estas características pone en peligro al medioambiente pero también a las personas y bienes que hay a su alrededor. Un incendio forestal es la causa principal de la destrucción de los bosques y es preciso señalar que no sólo se pierden árboles o vegetación, también animales, casas, fuentes de trabajo e incluso vidas humanas en el peor de los casos.
Los incendios forestales tienen cuatro fases que dependen de su evolución y que marcan el grado de peligrosidad, además de marcar la manera de actuar en cada momento de los efectivos de bomberos que se ocupan de su extinción. Esas cuatro fases son las siguientes:
Extinguido: Es la fase en la que el fuego ha terminado y se puede saber o, al menos, prever que ya no podrá reactivarse.