En el interior de cualquier hogar o centro de trabajo hay todo tipo de sistemas que funcionan a través de circuitos eléctricos. Entre ellos se encuentran los sistemas de iluminación, los de calefacción o los propios electrodomésticos. Pero para gestionar esos circuitos es necesaria la presencia de un componente que es el interruptor eléctrico.
El interruptor eléctrico es un artículo que sirve para abrir y cerrar los circuitos eléctricos de una forma manual, rápida y sencilla. Se trata de un elemento fundamental, ya que permite al usuario decidir cuando pasa la corriente eléctrica por el circuito de su calefactor, de las luces de su hogar o de cualquier otro electrodoméstico que esté conectado a la corriente eléctrica.
Existen tres modalidades de interruptores eléctricos. Uno de ellos es el interruptor de mano, que también se divide en dos tipos. El primero son los interruptores de paso que son los que aparecen en los cables y el otro los interruptores encastrables que tienen un mecanismo que es prácticamente imperceptible.
El siguiente tipo son los interruptores de pie, que aparecen en muchas lámparas, están adosados a un cable y se puede accionar pulsándolos con el pie. Finalmente, se encuentran los interruptores de pared que son muy habituales y que se pueden ver distribuidos por diferentes puntos de una vivienda o de un centro de trabajo. Además, puede haber circuitos en los que diferentes interruptores de pared pueden encender o apagar una misma luz.
El funcionamiento de un interruptor eléctrico es sencillo. Este dispositivo tiene en su interior dos contactos metálicos que permanecen separados. Cuando el interruptor se acciona, esos contactos se unen y mientras el propio interruptor está encendido, esos contactos permanecen juntos permitiendo el paso de la corriente.