Hablamos habitualmente de la capa de ozono y de la importancia de esta para el desarrollo de la vida en el planeta, ¿pero sabemos realmente cómo funciona? ¿Conocemos todas las propiedades del ozono?
El ozono (O3) es un gas inestable formado por tres átomos de oxígeno. Su presencia en la atmósfera constituye el principal filtro de la radiación ultravioleta que proviene del Sol. Si esta no fuera absorbida, llegaría directamente a la superficie de la Tierra, y esto sería muy perjudicial para el ser humano.
El ozono desempeña también un importante papel en el control de la temperatura de la atmósfera, ya que la absorción de la radiación ultravioleta por el ozono es una fuente de calentamiento de la estratosfera, que contribuye a que en esta región se presenten incrementos de temperatura con la altura.
El ozono es una molécula que se forma cuando las moléculas de oxígeno son excitadas lo suficiente para descomponerse en oxígeno atómico, de dos niveles energéticos diferentes, y las colisiones entre los distintos átomos son los que generan la formación del ozono. Es, por tanto, el resultado de la reordenación de los átomos de oxígeno cuando las moléculas son sometidas a una descarga eléctrica. Es, por tanto, la forma más activa del oxígeno.
El proceso de generación del ozono comienza cuando los rayos ultravioletas del sol rompen las moléculas de oxígeno, dando lugar a dos átomos de oxígeno. Posteriormente, esos átomos reaccionan con otras moléculas de oxígeno y dan lugar al ozono.
Todo este proceso recibe el nombre de fotólisis, pero se trata de una dinámica que se repite, ya que el ozono queda destruido por la radiación ultravioleta que cuando tiene una longitud de onda menor de 290 nm, provoca que los átomos de oxígeno se desprendan de las moléculas de ozono. Estas dinámicas se repiten de forma constante generando el equilibrio dinámico en el que el ozono se crea y se destruye en la estratosfera.
Otro aspecto interesante es que los valores más altos de ozono se recogen en la capa de estratosfera ubicada sobre el norte de Canadá y en la Siberia. Mientras que los más bajos se ubican en las zonas colindantes con el ecuador. También hay que tener en cuenta que es en primavera y en invierno cuando la capa de ozono es más débil y el agujero es más notable.
El ozono es un compuesto gaseoso de un tono azul que, en estado líquido, a temperatura inferior a -115 °C, tiene color índigo (añil o azul intenso).
El ozono, por su propia naturaleza, es altamente oxidante, por lo que se encarga de desinfectar, purificar y eliminar microorganismos patógenos como virus, bacterias, hongos, moho, etc.
Y también puede eliminar los malos olores atacando directamente sobre la causa que los provoca y sin añadir ningún otro olor para encubrirlo (que es lo que hacen los ambientadores).
Tampoco deja residuos químicos, como ocurre con otros desinfectantes, ya que es un gas inestable que se descompone rápidamente en oxígeno por efecto de la luz, el calor y otras causas.
A pesar de que un debilitamiento de la capa de ozono puede tener consecuencias, este gas tiene una serie de aspectos que son positivos para el ser humano y para la vida en la tierra.
Estar expuesto a grandes concentraciones de ozono puede ser perjudicial para la salud, ya que el ozono forma parte de los gases tóxicos que tiene capacidad para generar daños. Entre ellos se encuentran la irritación de las vías respiratorias, el agravamiento de enfermedades como el asma y el aumento de dolencias pulmonares. Hay casos en los que respirar este gas puede ser letal.