El término de potencia es un concepto que sirve para hacer referencia a aspectos como la cantidad máxima de potencia que puede soportar una instalación, al consumo que va a tener el usuario y al uso que le va a dar a la energía contratada.
En líneas generales el término de potencia es la cantidad que se abona por la potencia eléctrica que se tiene contratada para una instalación. El ejemplo más claro de la influencia del término de potencia tiene que ver con el uso que se le da a la energía, de esta forma si se van a conectar electrodomésticos que requieren de mucha potencia para funcionar el término de potencia que se contrate tendrá que ser muy alto, de lo contrario podrían saltar los plomos.
El término de potencia es un factor que hay que tener en cuenta antes de realizar cualquier contratación, ya que el funcionamiento de los electrodomésticos depende de él. Por lo tanto, tiene la importancia de conceptos como el de potencia máxima que determina la mayor carga de potencia que puede soportar una instalación mientras funciona.
P1 y P2 son considerados términos de potencia y hacen referencia a los dos tipos de potencia contratada. En el caso del término de potencia P1 se corresponde con la cantidad de energía que se necesita para que puedan funcionar los electrodomésticos más básicos. Por otro lado, el término de potencia P2 se emplea para designar a la energía que es necesaria para que puedan funcionar los electrodomésticos que requieren un mayor consumo.
Para calcular el término de potencia que se tiene que abonar hay que multiplicar la potencia contratada, que se expresa en kW, por la duración que tiene el periodo de facturación, que generalmente se expresa en días. Después, ese resultado se debe multiplicar por el precio del término de potencia que se suele expresar en kW/EUR.
