El termostato de calefacción es un dispositivo que usan los sistemas de calefacción para que únicamente estén encendidos cuando sea estrictamente necesario. Estos sistemas sirven para gestionar este tipo de aparatos y aportarles la mayor eficiencia posible.
El funcionamiento del termostato de calefacción se basa en abrir o cerrar el circuito eléctrico que hace que funcione un dispositivo de calefacción que tiene una temperatura consignada y cuando detecta que la temperatura ambiente es menor que la que tiene guardada, se activa para que el sistema de calefacción comience a funcionar. Una vez que la temperatura ambiente es igual o superior a la consignada, el sistema de calefacción se apaga.
Existen tres tipos básicos de termostatos. El primero de ellos es el analógico, que, aunque es el más antiguo de los tres, todavía se sigue utilizando. Este dispositivo funciona de una forma muy sencilla y se puede adquirir por un precio muy económico.
Por su parte, el termostato digital usa componentes electrónicos y digitales y aporta mejores prestaciones que los analógicos. Su uso se ha extendido considerablemente debido a su eficiencia, y finalmente, aparecen los termostatos programables que tienen una serie de sensores eléctricos que reaccionan si bajan los grados correspondientes a la temperatura que tienen programada.
Para saber cuál es el termostato de calefacción más adecuado hay que comprobar que sea compatible con el sistema de calefacción y de refrigeración con el que se cuenta. Por ejemplo, puede darse el caso de que un termostato inteligente sea incompatible con una caldera antigua, por eso en muchos casos lo más recomendable es consultar con un técnico o con el fabricante antes de adquirir o de instalar el termostato.