En el mundo profesional los electrodomésticos cambian, desde la lavadora hasta la nevera. Uno de los que más importa (sobre todo en el mundo hostelero) es el lavavajillas industrial, que dista mucho del que tanta gente tiene en casa.
Estos lavavajillas son los mejores aliados para un bar, restaurante o cualquier otro local en el que necesites rapidez y calidad en la limpieza de utensilios. Pero ojo, no es que sea un mérito capricho, es que en algunos casos son incluso obligatorios. Sigue leyendo y te lo contamos todo 😉
Es importante conocer los aspectos más importantes de un lavavajillas industrial si queremos instalar uno en nuestro negocio.
Los ciclos del lavavajillas son diferentes al de uno doméstico y es importante que los entiendas para no tener una idea equivocada o errónea. Cada uno de ellos dura entre dos y tres minutos y están diseñados para cada tipo de lavavajillas industrial.
Para empezar, el lavavajillas calienta el agua a unos 50ºC para que el lavado sea de calidad y luego eleva la temperatura para comenzar el lavado. Esto, junto a la presión del agua sobre los platos y vasos, el detergente y el movimiento de las aspas hace que el lavado sea homogéneo.
En la parte final del lavado el agua llega a los 90ºC y se mezcla con el abrillantador mientras las aspas lo reparten de forma homogénea por todo el espacio. Como el agua está tan caliente, los vasos platos y demás están secos e higienizados al acabar.
En el mercado existen tres máquinas industriales de lavavajillas que ayudan a los negocios a tener todo bien limpio y desinfectado.
Los lavavajillas industriales tienen una gran cantidad de ventajas para un negocio que ayudarán a ahorrar dinero, tiempo y sobre todo energía, algo ideal para el medioambiente.
Los lavavajillas industriales llegan a más de 80 grados centígrados, por lo que todo lo que entra en ellos sale desinfectado. De esta forma no habrá riesgo de que queden bacterias o microorganismos en las vajillas y utensilios. A esto contribuyen también el proceso mecanizado, el detergente y el abrillantador.
En un negocio de hostelería el tiempo es oro, literalmente. Por tanto, un camarero no puede estar tres horas esperando a que el lavavajillas tenga las copas limpias. En el caso de los lavavajillas industriales, estos tardan entre tres o cinco minutos entre el lavado y el secado de los vasos y platos.
Esa rapidez jamás será comparable con el servicio de un lavavajillas doméstico y mucho menos con el lavado manual.
El tiempo es oro, pero el agua también. Al contrario de lo que muchos creen, los lavavajillas casi no consumen nada de agua. En concreto, ahorran más de la mitad de agua que usa uno de tipo doméstico y más del 70% de lo que se gasta lavando manualmente.
Una vez cargas de agua el lavavajillas, la máquina la reutiliza durante varios lavados (depende de la suciedad la cambias antes o después) para reducir el consumo de agua al mínimo, lo que se traduce en una factura del agua más baja.
Los modelos industriales más modernos tienen un aspecto muy relevante y es que pueden dosificar las cantidades de detergente según lo que se necesite por lavado, por lo que no hace falta que eches cada vez que lo uses. Esto ayuda a hacer un uso más responsable y sostenible.
Existen varias diferencias entre los lavavajillas de hostelería y el que solemos tener en casa (además de la cantidad de platos y vasos) por lo que hacen necesarios los modelos profesionales
Como hemos señalado antes, el tiempo es un punto diferencial a la hora de comprar un lavavajillas industrial para tu negocio. El proceso mínimo de uno doméstico (para que quede bien) es de 30 minutos, mientras que los modelos industriales no superan los cinco minutos.
Otra diferencia reside en el orden de lavado de la vajilla. Sí, en los lavavajillas de casa metes todo mezclado para que se lave a la vez. En el caso de los industriales tiene que ir primero la cristalería y luego los platos (siempre que sea de una sola bandeja).
El motivo de esta diferencia es que al ser menos tiempo, si se mezcla la grasa de las comidas con los vasos pueden quedar restos de grasa que “manchen” la limpieza.
Los lavavajillas son unos de los electrodomésticos que más electricidad gasta en una vivienda por lo que hay que ver cuál es su consumo en un negocio. La idea de un modelo doméstico en un bar sería una ruina porque estaría todo el día encendido con programas largos e intensivos.
Un lavavajillas industrial de hostelería mantiene el agua caliente en la cuba y la recicla para los siguientes lavados. Esto se traduce en un consumo de unos 2-3 litros frente a los 10 que suele utilizar uno doméstico.
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